ORDEN DE PREFERENCIA

Los liberaldemócratas son los más perjudicados por el sistema electoral británico, en el que se asigna un diputado por cada una de las 650 circunscripciones. El jueves se tradujo en que el 23% del electorado votó por candidatos del partido de Nick Clegg, que logró 57 escaños, el 8,7%.

En su programa electoral los conservadores proponían un cambio en el sistema para que haya menos circunscripciones y que todas tengan la misma población. En la actualidad hay una variación grande en su tamaño, desde los 22.000 en una de las islas Hébridas a los 110.00 en la de Wight, aunque en todas se elija un solo diputado. Ese sistema cede un gran poder a la Comisión de Lindes, que diseña regularmente los reajustes de las circunscripciones. La dirige el presidente de la Cámara de los Comunes con la ayuda de tres personas, entre las que se suele incluir a algún juez.