«La marca del aceite aporta un valor añadido al producto»
Luis Lucero Propietario de Oleum Viride
ZAHARA DE LA SIERRA. Actualizado: GuardarLa irrupción de Oleum Viride en la producción de aceite de oliva ha significado una ruptura con la forma tradicional de hacer negocio. La empresa apuesta por una «nueva forma de llevar a cabo todos los procesos de producción, venta y distribución que permita crear un valor añadido», destaca su propietario, Luis Lucero.
Esta empresa de Zahara de la Sierra nació hace cinco años con la idea de explotar las plantaciones de olivos que ya tenían sus propietarios, pero huyendo de la forma tradicional de producción. La imposibilidad de recuperar el precio del aceite y la falta de rentabilidad de algunas fórmulas, sobre todo en los olivares de zonas de montaña, hizo que la empresa pusiera todo patas arriba y apostara por un producto diferente.
El primer paso en este camino fue confiar en una producción ecológica para, posteriormente, lanzarse a abrir su propia almazara y conseguir comercializar su producto. Para ello, se ha apostado por conseguir un producto de alta calidad y aprovechar el conocimiento de los agricultores de la zona. Su máxima recoge la comunicación con el consumidor, el cuidado extremo del diseño y de la presentación. El proceso de producción de Oleum Viride supone controlar todas las fases del negocio. Su método consiste en obligar al agricultor a que lleve la aceituna a la almazara nada más recogerla del árbol, evitando así que pierda calidad. Además, en la morturación sólo se quedan con la parte de mayor calidad que se produce, desechando el resto de rendimiento que se le podría sacar a la aceituna. Su apuesta por variedades autóctonas como la Manzanilla de Zahara, que sólo se encuentra en dicha localidad y Algodonales, y la Lechín se encuentran en su base de la calidad.
Para crear la imagen del aceite Oleum Viride se ha contado con la colaboración de diseñadores de moda y diseñadores gráficos para la creación de las botellas y las etiquetas. Además de asesores para facilitar la llegada a los mercados y de expertos en la creación de una página web donde se puede conocer la trazabilidad de cada botella que se vende.
Con todo ello, se pretende buscar a un consumidor que no busca sólo el precio. Una botella de medio litro de su aceite se pude comprar por 20 euros en la Gran Manzana de Manhattan.