La Feria de Gorosito

La tata Marta era más de Carnavales. Hasta que cierta propensión al Bombay con tónica la retiró del barullo, ella pisaba Cádiz sólo por febrero, cuando podía disfrazarse de emperatriz o de duquesa, que eran sus tipos predilectos. Le gustaba la guasa y el cupleteo, y siendo tan jerezana como era, siempre decía que a esta ciudad le faltaba cantarse, aunque fuera una vez al año.

El pelotazo de la Feria en las casetas del Real, el hit que tiene revolucionada a la calle, suena por sevillanas. Le hubiera gustado a la Tata Marta, si aún tuviera oído y algo de luces, escucharla, porque es de manufactura propia. El protagonista es Gorosito. El entrenador del Xerez tiene todos los ingredientes para ejercer de personaje entrañable y acabar de muñecote en el guiñol: argentino con un deje báaaaaarbaro, agitanado a tope y triunfador deportivo (al menos por ahora). El estribillo, por si ustedes no han tenido la ocasión de escucharlo en vivo y en directo, dice: «Gorosito, Gorosito / Que gitano se te ve / Te pareces por mi mare /Al Capullo de Jerez». Y sigue: «Con esa mata de pelo / La melena aflamencada/ El equipo está contigo /La afición está entregada».

A ver si cunde el ejemplo de los Killoqué, el grupito que ha levantado en cuatro pases la 'polvarea', y el año que viene hacemos tourné por las casetas como en un domingo de Coros, pero en versión nativa. Lo mismo, por entonces, a Gorosito aquí no lo puede ver ni Dios.