La seguridad de Rubalcaba: ¿real o estadística?
DIPUTADO NACIONAL DEL PP POR CÁDIZ Actualizado: GuardarEl señor Rubalcaba, ministro del Interior y diputado por Cádiz, vive obsesionado por las estadísticas. Quiere demostrar a toda costa que los índices de delincuencia actuales son más bajos que cuando gobernaba el Partido Popular como si ese dato, por sí mismo, fuera muy importante para los ciudadanos. No se da cuenta de que está fuera de la realidad porque quiere imponer una seguridad estadística cuando para los ciudadanos tiene mucho más importancia, por subjetiva, la sensación de seguridad o inseguridad que incluso la real. Hasta tal punto llega la obsesión del ministro que, para que nadie pueda rebatirle, guarda celoso toda la información que es top secret hasta que se cocina en el Ministerio y entonces se lanza oficialmente. Para ello se ha prohibido desde su Ministerio adelantar o dar a conocer datos locales, provinciales o regionales para evitar que su conocimiento pueda utilizarse para desmontar los datos globales oficiales.
Esta obsesión, que podría considerarse como un capricho político, tiene más importancia de lo que parece por su repercusión en la actuación, objetivos y directrices que reciben los mandos de las unidades operativas. Estos mandos saben que por encima de la eficacia debe estar la estadística, por lo que las órdenes que den deben procurar que no incrementen el índice de delitos y para ello deben usar el 'tippex', la agrupación de varios delitos en uno solo o el no poner los medios necesarios porque incrementaría notablemente el número de incautaciones y eso impediría al ministro decir que hay menos droga y que ello se debe a la eficacia policial, cuando los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado manifiestan abiertamente que no se incauta más porque no hay más medios destinados a ese fin.
Como esto que digo suena muy fuerte y grave y algún lector podría pensar que es una crítica política sin base alguna, le quiero asegurar que no es una impresión del que suscribe sino consecuencia de manifestaciones públicas y privadas de la Fiscalía de Cádiz, de los sindicatos de la Policía y del Servicio de Vigilancia Aduanera, así como la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Esta última y el Sindicato Unificado de Policía han llegado más lejos al denunciar públicamente que se están maquillando y manipulando los datos estadísticos para adaptarlos al deseo ministerial. También el Grupo parlamentario popular lo ha denunciado en el Congreso de los Diputados y la Fiscalía de Cádiz viene advirtiendo en su memoria anual del incremento constante del narcotráfico tanto en el terreno cuantitativo como en el cualitativo al pasar del hachís, que tiene su mayor puerta de entrada a España por Cádiz, a la cocaína, con lo que eso significa de implantación de mafias internacionales en nuestra provincia. También advirtió de un posible repunte de la delincuencia avivado por la crisis económica y en ese sentido la coordinadora antidrogas Nexos ya había alertado del efecto del paro en la reaparición de narcos, lo que ha sido negado por Rubalcaba pero la realidad está ahí.
No es la primera vez que desmienten al ministro y diputado por Cádiz como cuando manifestó que estaban muy atentos a la droga que entra por el río Guadalquivir, mientras Nexos había cuantificado en un 85% el hachís que se introducía burlando la vigilancia y los propios cuerpos policiales fijaban las incautaciones en un 25% de lo que entraba.
Respecto a la autopista de la droga, que es como se le conoce al Guadalquivir, sorprende que siendo hoy la puerta por donde más droga entra no se tomen las medidas necesarias. Esas medidas fueron solicitadas por este diputado mediante una PNL en el Congreso, que tuvo la virtud de tener su efecto positivo antes de que se debatiera pues consiguió, con su sola presentación, que el ministro se comprometiera a culminar el cierre del SIVE por la desembocadura, a montar una base permanente de patrulleras navales de la Guardia Civil e incrementar los medios humanos y logísticos en la zona, que era lo que se pedía. Responsables políticos del PSOE me instaron a que retirara la iniciativa pues decían que ya estaba prácticamente hecho. Pues bien, han pasado un año y medio y no sólo no se ha culminado sino que seguimos incluso peor por la reiteración de las carencias denunciadas por los sindicatos de Vigilancia Aduanera, Policía y Guardia Civil. Nos preguntamos qué razones pueden tener los ministerios de Interior y Hacienda, responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, para hacer oídos sordos a las reclamaciones de que actúen por donde es evidente que hay un coladero masivo de drogas, que ellos también reconocen pero, en vez de poner los medios necesarios y comprometidos de forma urgente, se limitan a maquillar las estadísticas para hacer ver que van mejor que antes, que hay un gran incremento de medios que multiplica la eficacia policial, que se coge casi toda la droga y se quedan tan contentos. Contentos Rubalcaba y su equipo gubernamental, porque ni los mandos operativos ni el personal a sus órdenes, ni los ciudadanos ni las coordinadoras antidrogas, ni nadie compartimos ni comprendemos este extraño proceder. Como es lógico, también están contentos los delincuentes, pero a los demás se nos queda cara de tontos ante tan impresentable proceder.