Maquillaje cubano
Actualizado: GuardarSe puede creer la versión oficial de que los ministros de Transportes y Azúcar del Gobierno cubano han sido destituidos por las insuficiencias observadas en su trabajo. En efecto, los transportes son deplorables y ni la zafra de azúcar ni la marcha de la otrora potente industria transformadora son un modelo. El primero de los destituidos, Jorge Luis Sierra, tenía rango de vicepresidente y llevaba poco más de un año en la cartera, lo que da a su relevo un cierto interés político. Para la retórica oficial los cesados no cumplían y, disciplinados hijos de la Revolución, lo aceptan sin más. Pero es previsible que quienes los sustituyan no podrán obtener mejores resultados y los cambios son apenas un maquillaje de lo que es, como todo relevo de un ministro, un hecho político. Tras la retirada de Fidel Castro de la primera línea, el régimen cubano se ha instalado en un punto muerto que parece inamovible incluso desde sus propias reglas, pues ha sido indefinidamente aplazado el esperado congreso del Partido Comunista. Pero nada de eso parece importar y los hermanos Castro yerran de nuevo si creen que los relevos en dos ministerios sirven para algo más que para probar quién manda.