LOS ALIÑOS DEL PSA
Actualizado: GuardarAyer andaba la cúpula de la gastronomía mundial sorbiendo piruletas de semen de atún en Barbate, mientras la prensa (ese ente abstracto y generalmente meditabundo) procesionaba por las casetas de los partidos, a ver si se llenaba el estómago para una buena temporadita. La tata Julia, que era muy aficionada a leer el periódico, bien de mañana, con su copita de Dyc y sus pastitas del Mercadona, siempre le tuvo querencia a los que hacen los papeles, por considerarlos militantes de una especie en vías de extinción, como los serenos y los gerentes de videoclubs. Hasta hace unos años, cuando en el Real del Hontoria sólo tenían su huequito el PSOE, Alianza Popular, el PCA y el PA, ella se ponía unas gafas así como muy de Sánchez Mazas, y se colaba en las comidas de la prensa. Disgusto gordo, se llevaría la pobre (entiéndase el adjetivo en su acepción popular, no pecuniaria), si viera los menús de la presente temporada, a cual más escaso de incentivo. Los socialistas, a pesar del tajo a los asesores, se las apañaron con unas papas con chocos, sólidas, sobrias y tradicionales, pero algo faltas de complemento. En el PSA tiraron, directamente, de la tierra: jamón, queso y aliños. Uff. A su favor cuenta que, de aliños, en el PSA, tienen ya que saber bastante. Hicieron un curso intensivo, la legislatura pasada, con tanto pacto volátil, incomprensible y reparcheado. La del PP es el viernes. Hasta entonces, que conste en acta, yo soy de la Pelayo.