Cartas

Sobre Tráfico y la Agencia Tributaria

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando alguien cambia de domicilio y aunque se moleste en actualizar todos sus documentos (DNI, permiso circulación del coche, empadronamiento, etc.) corre algunos riesgos. Puede ocurrir que una denuncia de tráfico, siguiendo un criterio que ignoro, sea enviada al domicilio antiguo. Cuando esto ocurre y siendo uno ignorante de tal denuncia, la infracción se sumerge en un complejo camino de tablones de anuncios de ayuntamientos, boletines provinciales, etc. Caminos estos difíciles de seguir incluso para el más avispado de los mortales. Con el paso del tiempo la simple denuncia de 100 euros se convierte en una infracción de 372 euros por ser «conductor desconocido». A todo esto, uno sigue siendo ignorante de todo lo que se está montando. De repente entra en acción la Agencia Tributaria con una providencia de apremio, por carta certificada, y ese «conductor desconocido», por conjuro de algún extraño milagro, se convierte en perfectamente conocido con nombre y dirección correcta. Cuando ese «conductor desconocido» se dirige por correo certificado a dicha Agencia solicitando información sobre tal apremio, esta se hace la «desconocida», no respondiendo a tal demanda. Simplemente te ignoran. Poco tiempo después la Agencia comunica un inicio de actuación de embargo. Lo que más me admira de toda esta historia es la capacidad que tienen algunos organismos oficiales para conectar y actuar sobre desconocidos. Para mí entra en campo de lo parasicológico. Luego decimos que no tenemos una Agencia Tributaria eficaz.