Una madre condenada por tolerar los abusos sexuales de un abuelo a su nieta
Ella había sido víctima de los mismos delitos cuando era niña, pero no evitó que se repitiera años después en Ubrique
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl Supremo ha condenado a una vecina de Dos Hermanas (Sevilla) a tres años de cárcel y seis de retirada de la patria potestad por tolerar durante 24 meses los abusos que le infligió su padre a una hija suya, de tan sólo 13 años.
El agresor, que en el momento de los hechos tenía 64 años, también ha sido sentenciado a siete años como autor de un delito continuado de abusos sexuales. La condena incluye además otros diez años de alejamiento y el pago, junto con la madre, de 130.000 euros a la joven.
El fallo del Supremo viene a ratificar la decisión adoptada por la Audiencia de Sevilla, que consideró a la madre cooperadora necesaria de unos delitos que ella misma había sufrido de pequeña. Según la sentencia, el acusado realizó tocamientos de índole sexual e introdujo los dedos en la vagina de su nieta durante 2005 y 2007.
Los hechos sucedieron tanto en el domicilio del acusado en Ubrique, donde agresor y víctima dormían en la misma cama en las vacaciones escolares; como en la vivienda familiar de la menor en Dos Hermanas, cuando el abuelo acudía de visita.
En cuanto a la madre, de 38 años, dice el Supremo que «tenía el deber de evitar esa clase de delitos, máxime si, como se sugiere, ella misma habría sufrido similar acoso y abuso». Unos tíos de la niña le alertaron de lo ocurrido pero ella respondió «que no podía hacer nada por evitarlo, o que estaba temerosa de la reacción de su padre». Además, la menor también se confesó con una profesora de su colegio, que avisó a la progenitora.