Una feria de última generación
Las explotaciones ganaderas y los invernaderos de flor cortada cambian también de estrategia para salir a flote Villamartín será escenario, a final de mes, de una muestra con las mejores iniciativas agrícolas
CÁDIZ. Actualizado: Guardar«En época de crisis se llana antes el frigorífico que un florero». Luis Manuel Rivera tiene 37 años y hace una década cambió su estrategia empresarial. Luis es un empresario de flor cortada en Chipiona y hasta entonces seguía la misma línea productiva que el resto de agricultores de la zona. El cultivo del clavel era el denominador común en ese marco en el que se incluye Sanlúcar. Sin embargo, este empresario reorientó sus invernaderos e invirtió en la producción de crisantemos y lilium.
Luis es otro de los emprendedores gaditanos que ha apostado por la innovación para salir a flote. Sus naves de plástico guardan lo último en tecnología, capaz de producir calor o frío para la floración.
El sector agroalimentario de la provincia ha sufrido en los últimos años una transformación hacia la selección de sus productos. Este periódico adelantó ayer que esta industria ha cambiado la producción a granel por la selectiva con marca.
La feria agroalimentaria de Villamartín exhibirá a final de mes, entre el 29 y el 30 de mayo, lo mejor de estas iniciativas. La feria también ha cambiado. Lo que antes era un certamen de muestra agrícola se inclina ahora por un encuentro de alta calidad donde productores y proveedores podrán realizar negocios. La feria contará con talleres de pan y se realizarán catas de quesos, aceite y vinos, entre otros productos.
La delegación provincial de Agricultura mantiene su apoyo a la transformación del sector. Carlos Ruiz-Mateos sigue con el negocio familiar de la explotación ganadera. Sin embargo, los tiempos han obligado a aplicar nuevas medidas y nuevas estrategias. En estos momentos tiene medio millar de hembras de cerdo reproductoras. Cada año saca unas 9.000 cabezas que es un cruce de ibérico.
Ahora está centrado en la producción de leche de cabra, que vende al mercado francés. Para ello cuenta con 400 cabezas. Este es el principio de su nuevo negocio, el queso de cabra que comercializará con el nombre de El Bucarito. Carlos tiene su explotación en Rota.
La feria agroalimentaria de Villamartín será el escaparate de esta hornada que comienza a dar sus frutos. La Consejería de Agricultura, a través de la delegación provincial, repartió el pasado año más cinco millones de euros en subvenciones para la transformación. En el caso de Carlos Ruiz-Mateos, sus instalaciones también gozan de la última tecnología y cuenta con avances de inseminación artificial para la cabaña porcina.