OPINIÓN

R lO frente al espejo

No podía imaginar UPyD una atmósfera más propicia para substanciarse en tercera vía

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La EPA del 20% que ha puesto uno detrás de otro a cuatro millones seiscientos mil parados va camino de convertirse en el Yak-42 de Zapatero; en su Irak particular, en su Prestige hasta arriba de chapapote y desesperación. En la calle y en las colas del Inem se va gestando un malestar político que coagula en una consigna sin pancarta pero repetida con la complicidad de los desahuciados que olvidada la ideología de los abuelos y las veleidades de votar por la vanguardia libertaria de occidente ya solo quieren echar a Zapatero. El enigma es descifrar hacia dónde se canalizará el hartazgo, la desafección y la ira. Pero ni en sus mejores fantasías podía soñar R10 (Rosa Díez) una atmósfera política más propicia para lanzar definitivamente al espacio su UPyD. Conectar con ese flujo electoral, buena parte del cual procede de las mismas filas que la chica de Sopuerta abandonó por la puerta grande en los primeros extravíos de ZP, convertiría un partido experimental en una realidad substantiva; en la tercera fuerza entre un partido desarbolado por sucesivas hecatombes en la gestión de la herencia de la Transición, al que aspira a reemplazar una fuerza conservadora con precario liderazgo y muchas vías de agua en el barco de la moralidad pública. La tarea, no obstante, tropieza con algunos inconvenientes. Rosa Díez que ha alcanzado el olimpo de la valoración demoscópica y mira hacia abajo a Zapatero y a Rajoy es paradójicamente su mejor baza y su peor contrapeso. Demasiado sola. Pinchados algunos intentos de refrescar la imagen del partido con otras caras, la operación Fidalgo, ex de CC OO, traumatólogo profesional para un país desmembrado, con la ideología del sentido común destilando de su registro de ultratumba, puede ser una opción. No será fácil superar el alto voltaje de la polarización que sacude a la vida política nacional al paso de las procesiones de la memoria histórica. No será fácil sortear el poderoso encanto del voto útil. En España se vota con la cartera, se vota con el corazón y se vota con las tripas. Todo parece indicar que en las próximas citas detrás de la cortinilla entre las tripas y la cartera harán la tenaza al corazón y a la tradicción del voto familiar. En todo caso, para arrancar voluntades a la abstención al voto en blanco o la indiferencia, R10 tiene meses por delante. Pero debe hacer creíble, y sobre todo viable,un proyecto que muchos perciben como voluntarista o testimonial. Y además debe poner un foco de transparencia sobre una organización que exhibe hacia fuera una sonrisa y tapa con mano de hierro la disidencia. Y,en el terreno del lifting rodear a la lideresa con un puñado de carteles políticos solventes que sin restar brillo a su figura consigan romper la ultra dependencia enfermiza de Rosa Díez y Unión Progreso yDemocracia.