La otra noria
FINITO HONTORIA Actualizado: GuardarAntes de que encendieran el alumbrado me llegó la noticia de la primera carga policial. Un incidente grave, en la zona de los cacharritos. Por lo visto un grupo de moteros ebrios intentaba sacar sus voletos para el castillo flotante, cuando un guardia de seguridad les explicó que, en realidad, la masa neumática y tensa que tenían delante era Yola Berrocal. La chica, que ha pasado el fin de semana en Jerez impartiendo un seminario de Semiótica Hebrea, aprovechó la coyuntura para visitar el Real y darle a sus curvas un garbeo por las curvas del circuito. Los moteros, claro está, querían dar saltitos en ese esponjoso colchón kilométrico, y al ver frustradas sus esperanzas arremetieron contra farolas y papeleras, además de encerrar en una bota de manzanilla a un chino pequeño y feo que pasaba por allí.
Yola, a la que en casa conocemos como 'Eso', ha abierto la veda del famoseo. El viernes, después de desayunar en La Piedra, María José Campanario echó un ratito por los alrededores del González-Hontoria. No es de extrañar, teniendo en cuenta que ahora para mucho por El Bosque. A la Campa, convertida en adalid del buen gusto por oposición a su némesis chillona de nariz menguante, la seguía una pléyade de cámaras, que la sacaron después en 'Corazón, Corazón'.
Anoche, arregladito como un pincel, vimos a Manu Tenorio. La nómina crece y la semana promete. Quizá, con suerte, gire la noria en el Real.