gran premio de españa de motociclismo

Jerez sigue haciendo historia

Jorge Lorenzo se consagra en la catedral del motociclismo y lidera el Mundial; El mallorquín remató un triplete histórico del motociclismo español con una victoria frente a Pedrosa y Rossi

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El Gran Premio de España 2010 pasará a los anales de la historia con letras de oro color cava. El tiempo dirá si el día 2 de mayo de este año Jorge Lorenzo tomó el testigo de Rossi en la catedral del motociclismo. El testigo del liderato de este deporte cambió de manos en una jornada para la épica. El mallorquín apuntilló a los enemigos de su vida en una carrera portentosa. El segundo piloto de Yamaha remató en seis vueltas a los hombres que han alimentado su carrera. El segundo colocado en la escudería japonesa se saltó el orden establecido al noquear a los oponentes que han generado su adrenalina a lo largo de ochos años. España consiguió un triplete estelar en el motociclismo universal que supo a revolución generacional. «Giorgio» puso la guinda de los tres himnos españoles. El disco se rayó. Y las banderas se gastaron. Dos telas rojigualdas colgadas en el palco de MotoGP, una en el podio de Moto2 y tres en los cajones de 125. El 2 de mayo llegó al motociclismo 192 años más tarde y 650 kilómetros más al sur.

Fue un triunfo, el de Jorge, ganado a pulso, sin la suerte de los campeones que suele rodear a Valentino. Lorenzo tuvo que derrocar a sus dos antagonistas ancestrales a fuerza de trabajo, de riesgo y de un retraso cada vez más peligroso en las frenadas. El «nem» de Palma remontó desde la cuarta posición para superar a Hayden, a Rossi y a Pedrosa en una carrera sensacional. El balear mató a sus dos pájaros principales de un tiro. Si Hayden fue un bufete fácil y barato, derrotar a Valentino, el referente de su fábrica, significó una labor de media hora de progresión. Por fin, a falta de seis vueltas, el subcampeón del mundo realizó a su mayor enemigo el mismo interior que el italiano ejecutó en Montmeló hace diez meses. Tenía un mejor ritmo que el campeón. Y que Dani. Dada su evolución, decidió jugársela. Se marcó un único objetivo en plena pista: dar «el golpe» al Mundial. Superado su gran oponente internacional y laboral (Yamaha), Lorenzo arriesgó para cazar a su mayor adversario nacional: Pedrosa. Le cogió el rebufo a falta de tres vueltas. En el penúltimo giro al circuito estuvieron a punto de caerse. Y de regalarle el éxito al italiano. Jorge rozó con el hombro a su compatriota en un primer conato. En el segundo, se tocaron directamente, en un baile sin música, Hasta que el hijo de Chicho apretó los dientes, frenó más tarde en una curva cerrada y el piloto de Honda se abrió, excedido en su intento de aguantar el ataque. El número 99 obtuvo un triunfo de leyenda frente a los dos grandes antagonistas de su existencia. Rossi, tercero en la meta, se resignó. Su compañero de escudería festejó la carrera de su vida dándose un baño en la laguna del circuito. El triplete hispano tenía un mensaje de futuro. «Le he echado cojones», dijo el ganador. Pedrosa, deportivo, le felicitó. Hubo un trato cordial entre ambos. Se saludaron ante un Valentino que parecía, por primera vez en quince años, un convidado de piedra. De piedra le dejó ese niñito que vino de promesa y se la tenía jurada.

Elías regresa

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Toni Elías es diferente. Es el único «animal» capaz de triunfar dos veces con una mano en la catedral del motociclismo. Lo consiguió en 2003, cuando no podía acelerar con una mano, a los mandos de una Aprilia de 250. «Dicen que ha sido muy grande», subrayó entonces. Y lo ha repetido ahora, en la nueva cilindrada de 600 centímetros cúbicos, con un dedo tieso por una escayola que se quitó para poder enfundarse un guante preparado especialmente para él. Fue un éxito apoteósico, que el manresano celebró en Peluqui con una afición entregada a un profesional que es un genio de las motos, capaz de robarle un título a Rossi en 2006 (en Estoril) y de cometer salidas de curva como las cuatro que este domingo protagonizó en su circuito preferido. La calidad del catalán destaca en esas acometidas. En las cuatro ocasiones cerró con la Moriwaki y recuperó el terreno perdido. En las dos últimas vueltas se coló en dos ocasiones y no permitió que Luthi primero y 'Tomi' después alcanzaran definitivamente el primer puesto.

En cuanto a la Tercera División del motociclismo, Pol Espargaró , Nicolás Terol y Tito Rabat pusieron las tres banderas rojigualdas en el podio del Gran Premio de España. Las mismas enseñas que Terol, Efrén y Márquez colocaron en Qatar. Llevamos dos carreras del campeonato y el octavo de litro sólo conoce a los pilotos españoles. Pol venció en Jerez después de realizar la misma táctica que Terol aplicó en el circuito arábigo de Losail. Allí, el valenciano guardó neumáticos y se fugó al final. Aquí, el pequeño de los «Espargareix» le devolvió el golpe.