La llegada escalonada de las motos favoreció a que el tráfico discurriera sin problemas de circulación por las principales localidades. :: ANTONIO VÁZQUEZ
MOTORADA 2010

La Motorada arranca a medio gas en la Bahía pero los bares esperan llenar hoy

La provincia vivió ayer un ambiente algo descafeinado aunque se espera para hoy una gran avalancha de moteros

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La Motorada de los huevos de oro sigue perdiendo fuelle en sus primeras horas y así lo comprobaron un año más los hosteleros de La Bahía. Un dato nada característico ya que la jornada de hoy estará marcada por la llegada masiva de los moteros. Ayer estuvo marcado por la ausencia de incidentes, pero también por un ambiente pobre y desangelado, la Motorada sólo comenzó a animarse por la noche, tras la llegada de los más rezagados. Los empresarios, con las neveras llenas, tienen depositadas sus esperanzas de hacer caja durante el fin de semana.

La patronal de la hostelería, Horeca, fijó ayer las previsiones de ocupación hotelera en el 98,41%. Esto, teniendo en cuenta que los moteros han reducido sus estancias de tres a dos días. Según las fuentes, algunos hoteles aún disponían ayer de habitaciones. Algo insólito para el sector que solía cubrir todas sus plazas con varios meses de antelación. Pero el hecho fue que Valdelagrana y el centro de El Puerto, puntos calientes para la afición de la Bahía, no llenaron sus terrazas. Las poblaciones aledañas como Sanlúcar y Chipiona, que en los últimos años se venían beneficiando de una importante cuota de visitantes, también estuvieron a medio gas. «Es un indicativo más de que la Motorada ya no es lo que era hace una década».

Este fue el comentario habitual en las gasolineras de la Bahía. Otro termómetro infalible, el bar Romerijo de la Ribera del Marisco, sumó argumentos a la decepción.

«Lo perdido es irrecuperable»

«Ahora tenemos un 30% de mesas ocupadas. Esto en un viernes de Motorada no es normal. Otros años estábamos llenos y con gente esperando». Manuel Ruiz, encargado auguró un aumento de clientela para la jornada de hoy. «Pero lo que se ha perdido no lo vamos a recuperar». Por la mañana, los tenderos del mercadillo de camisetas y reclamos moteros del parque Calderón no tenían demasiada prisa por poner toda la carne en el asador. Apenas dos o tres grupos y algunas parejas de moteros se paseaban en torno a la una del mediodía.

Desde el bar Juan Antonio, en Valdelagrana, pintaron aún peor la situación. «Hemos servido almuerzos a los vecinos de aquí. Los moteros están llegando más tarde». ¿Desesperación? «Se asume. Hay que ser realista. Es lo que hay. En Jerez está todo abierto y ofrece más oportunidades». Juan Antonio García forma parte del sector de hosteleros que no han aprobado el blindaje que el Ayuntamiento ha realizado en el centro de El Puerto por motivos de seguridad.

Una medida que ha provocado división de opiniones entre los hosteleros. Los detractores consideran que los moteros huyen del «exceso de impedimentos», en referencia a las medidas de seguridad, como el kilómetro de resaltes y el blindaje del centro. Los defensores aluden a que fomenta una clientela de calidad. Un punto de vista con el que se alineó el alcalde, Enrique Moresco. «Es muy difícil conseguir el equilibrio entre la seguridad de un evento como este y el beneficio económico. Y creo que después de muchos años lo hemos conseguido. No podíamos seguir permitiendo que esto fuera un desmadre».

Sanlúcar también a la baja

Por otro lado, los empresarios portuenses apuntaron al reparto de la tarta con las poblaciones aledañas, como Sanlúcar. Pero otra vaca sagrada, Casa Balbino, confirmó que este año los moteros se están haciendo los remolones más de la cuenta. «Hay una barbaridad menos. A estas alturas del día, hoy viernes, es muy raro que no haya apenas grupos. Esperemos que la cosa se anime esta noche y mañana». Precisamente las previsiones de ocupación hotelera en la Costa Noroeste no alcanzan el cien por cien. Sanlúcar y Chipiona se quedan en un 94 y un 91% respectivamente. San Fernando prevé un 88%, mientras que Cádiz y Chiclana se descuelgan con un 70%.

A las 1.150 vallas, las 450 barreras de hormigón y los 1.000 metros de badenes que cercan plazas y cubren el asfalto portuense se sumaron 145 policías locales que patrullarán la ciudad divididos por turnos. La Subdelegación del Gobierno ha puesto a disposición de la Motorada 326 agentes, de los cuales 200 pertenecen a unidades antidisturbios. Agentes de paisano de la Policía Judicial también velarán por la seguridad de la fiesta de las motos. La Guardia Civil controlará todos los accesos por autovías y carreteras mientras que un helicóptero de la Dirección General de Tráfico con cámara de alta sensibilidad y visión nocturna sobrevolará el término municipal. Dos UCI móviles y un botiquín cubrirán el servicio del centro de la ciudad, mientras que una ambulancia permanecerá en las inmediaciones de la antigua Nacional IV. Los Bomberos dispondrán de un vehículo y refuerzos.