El parque González Hontoria se encuentra durante estos días repleto de carteles en los que se solicita trabajo. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

El Real, improvisada oficina de empleo

Cada caseta recibe todos los días hasta 30 demandas de desempleados, que se muestran dispuestos a realizar cualquier labor; Miles de personas se ofrecen para trabajar en la Feria

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«Se ofrece persona responsable para trabajar en la Feria como camarero, ayudante de cocina o vigilante nocturno». Todavía quedan algunos carteles así colgados por el Real y las casetas, aunque cada vez son menos: los caseteros se afanan en decorar las instalaciones y van despejando de papeles las paredes. Lo que sí prosigue es la avalancha de personas que piden trabajo, como si el parque González Hontoria fuera una oficina de empleo.

La crisis ha hecho mella en la economía de las personas y son miles los jerezanos que se encuentran en paro. Como si en vez de la caseta de UGT fuera la sede del sindicato, allá van a solicitar trabajo «unas 10 ó 15 personas cada día», asegura el encargado de la misma, José Luis Berrocal. De hecho, «en total durante días pasados habrán llegado unas 300 personas ofreciéndose a trabajar de lo que sea». Aunque lo que más se demanda es, sobre todo, camarero, vigilante de seguridad y ayudante de cocina.

En Cruce de Caminos ocurre lo mismo: «Ha venido un montón de gente pidiendo empleo; incluso uno de los primeros días que empezamos el montaje, llegaron hasta 22 personas», afirma el encargado, Francisco Ramírez. La gente viene «con currículum y sin currículum».

La experiencia de Sevilla

Eso sí, hay algunos muy preparados, que dominan hasta tres idiomas, o al menos así reza en los numerosos carteles. Es algo parecido a lo ocurrido en Sevilla hace pocos días y en prácticamente todas las ferias del entorno.

Desde Holcim, José Luis Muñoz ha contado «hasta una treintena de personas buscando trabajo al día».

En las casetas de la juventud, la tónica es similar: «Ha venido bastante gente, pero nosotros somos un grupo de amigos que montamos y explotamos el negocio, por lo que no podemos contratar a nadie», dice Julio Corral, de Los Toreros.

Pero la crisis no sólo la sienten los parados, sino que también afecta a los hosteleros. Como asegura José Luis Berrocal, que lleva la caseta de UGT, «se vende hasta un 30% menos». Y eso que muchos como ellos, siguiendo el mensaje de la alcaldesa, han apostado por equilibrar calidad y precio. «Si miras al tablón, verás que los precios son los de 2007, aunque en realidad son los del año 2004», afirma Berrocal.

Por ello, la mayoría optará por abrir el sábado, aunque tengan las casetas totalmente listas hoy al mediodía. En el caso de Los Toreros, de la zona de la juventud, lo harán hoy mismo «para aprovechar toda la marea de moteros». La coincidencia de los eventos, como es sabido, ha generado bastante controversia entre quienes viven del sector.