Esta pintada atraía a cientos de turistas en busca de una fotografía con la obra del célebre artista. :: L. V.
Sociedad

«Tampoco era la Mona Lisa»

El Ayuntamiento de Melbourne borra por accidente un grafiti del cotizado artista urbano Banksy

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El primerísimo lugar en el salón de la fama de los ratones lo ocupa indudablemente Mickey Mouse. Sin embargo, hasta hace un par de días había otro roedor que -por lo menos en Australia- le seguía muy de cerca en el podium. Se trata del grafiti de una rata paracaidista, obra del artista británico Banksy, considerado el no va más del arte callejero y la cultura pop de los últimos años. La figura del intrépido animal ocupaba un pequeño trozo de muro en uno de los edificios de la popular calle Hosier Lane, en Melbourne; pero esta semana desapareció tras una capa de pintura gris con la que un escuadrón antigrafiti, contratado por el Ayuntamiento, 'limpió' las calles del barrio.

La rata paracaidista llevaba casi siete años en la ciudad y se había convertido en un punto de interés turístico que atraía a cientos de visitantes que se acercaban al lugar tan sólo para fotografiar la obra de Banksy, supuestamente la última que quedaba en Melbourne, donde el artista pasó unos meses antes de hacerse famoso a nivel mundial.

Los propios vecinos habían pedido al Ayuntamiento la retirada de las pintadas, pero dieron por supuesto que se respetaría el célebre grafiti del roedor. Por su parte, la Administración reconoció su «error» y confesó que el equipo de limpieza recibió la instrucción de eliminar todos los dibujos que ocuparan zonas prohibidas, sin excepción alguna. El alcalde de la ciudad, Robert Doyle -que recientemente había posado con la obra para una foto publicitaria-, le restó importancia al incidente y dijo que «tampoco se trataba de la Mona Lisa». Esto ha levantado ampolla en la comunidad grafitera de la localidad que considera lo ocurrido como «una pérdida irreparable».

Seguramente el único que no se pronunciará al respecto es el propio Bansky, un misterioso personaje que, pese a ser el artista urbano mejor cotizado de los últimos años -algunas de sus obras se han vendido hasta por 275.000 euros- ha preferido conservar el anonimato. Lo único que se sabe de él a ciencia cierta es su nacionalidad y lo que deja ver a través de sus innumerables pintadas, todas ellas cargadas de crítica social, provocadoras, subversivas y en el menor de los casos, satíricas. Las ratas son un elemento habitual entre sus creaciones que suelen inclinarse hacia temas políticos, étnicos y morales. Incluso ha dejado su huella en Cisjordania, donde ha plasmado varios grafitis a lo largo del 'Muro de la vergüenza'.

Aunque las paredes de Londres albergan la mayoría de sus obras, ciudades como Nueva York, París, y Barcelona también han visto su trabajo. Y no sólo en sus calles, también en sus pinacotecas.