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Zahora

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Hasta hace poco Chiclana era el paradigma de la construcción al margen de la ley en la provincia, pero esta población ha sido superada, en ese lamentable récord de despropósitos, por Zahora, dependiente del Ayuntamiento de Barbate. El colmo de la ilegalidad ha sido la construcción sin licencia y la apertura, también sin licencia, de un hotel de lujo. Resulta cuanto menos incomprensible que sólo se haya iniciado un expediente por infracción urbanística por parte del Ayuntamiento y no se hayan coordinado acciones en el resto de las concejalías o administraciones implicadas. Más lamentable, aún si cabe, es que hasta que no ha salido el asunto en la prensa no se han oído las quejas de la patronal hostelera, y todavía no han sonado las voces reivindicativas de los grupos ecologistas. Extraña sobremanera que este hotel haya tenido más suerte que el Algarrobico, en Almería. ¿Cómo es posible? Es indignante que permanezca un minuto más abierto pues, al margen de favorecer una competencia desleal al resto de establecimientos de hostelería que están en regla, debería ser clausurado por ser un claro ejemplo de riesgo para la salud, ya que aparentemente parece que nadie ha verificado si el establecimiento cumple con las estrictas reglas sanitarias que son exigibles a cualquier negocio del sector. ¿Qué pasará si alguien resulta intoxicado o se produce un accidente mortal? ¿Hasta dónde llegarán las posibles responsabilidades civiles y penales y qué personas, sociedades mercantiles o administraciones se verían implicadas? Seguramente si eso sucediera todo el mundo intentaría mirar hacia otro lado y trasladar sus responsabilidades lo más lejos posible.

Desgraciadamente, las perspectivas de regularizar casas alegales de esta zona ha generado una avalancha de nueva construcción ilegal. Por lo que tanto los tribunales como las administraciones deben de tener claro que si no se actúa contundentemente el problema no sólo no se soluciona si no que empeora. En el año 2007, con una sentencia del juzgado de lo contencioso- administrativo número 3 de Cádiz, en procedimiento iniciado por la asociación de vecinos, instando al Consistorio a dictar unas ordenanzas de regularización de viviendas, surgen estas expectativas. Este fallo es firme porque inexplicablemente no fue recurrido. La lentitud pasmosa del ayuntamiento no ha hecho más que agravar el embrollo.