PAN Y CIRCO

Equilibrio

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La marcha y la estabilidad de un equipo dependen -como ocurre con las motos- de ese equilibrio dinámico que está determinado por una serie de fuerzas que, a veces, son contrapuestas. En mi opinión, la conclusión más positiva que podemos extraer del desarrollo y de los resultados de los últimos partidos del Cádiz del Víctor Espárrago es que, gracias a la acción del entrenador, tanto en la alineación como en el dibujo táctico, se advierte unos notables cambios y un progreso esperanzador. Dani Miguelez no ha visto aún perforada la meta, la defensa, gracias a la inclusión de Julián de la Cuesta, se está compenetrando, la media, con la recuperación de Andrés Fleurquin, está más nivelada, y los delanteros ya ven con mayor claridad los huecos de la puerta contraria. Aunque reconozcamos que los diferentes componentes del conjunto deben seguir trabajando para lograr que se articulen y se muevan con la misma precisión con la que se ajustan las piezas de un artilugio mecánico, tanto frente al Villarreal como frente la Girona pudimos apreciar que se ha mejorado en la sincronía de las acciones defensivas y en la sintonía de las estrategias ofensivas. Supongo que esto mismo es lo que, con otras palabras, explicaban Quique y Carlos cuando afirmaban que, poco a poco, Víctor Espárrago, con la ayuda de los demás técnicos, está logrado un conjunto equilibrado, armónico y compensado, que ya lee acertadamente la partitura de cada partido. El encuentro frente al Celta nos servirá para confirmar si De la Cuesta y Fragoso se entienden, si Fleurquin y Abraham se complementan; si Toedtly y Ogbeche juegan de memoria; si Cristian y Cifuentes se coordinan con Enrique y Carlos Caballero, y si Dani no sólo guarda la puerta, sino que, además, ordena con autoridad la defensa.