La justicia

La ejemplar actuación de nuestra justicia, en el caso del procedimiento judicial contra el juez Baltasar Garzón, es digna de elogios, sobre todo por la agilización del mismo, con lo cual ha quedado enterrado aquel viejo tópico de su lentitud, al extremo que no sólo nos ha sorprendido a los españoles, sino que ha sido de tanta transcendencia y relevancia que los grandes juristas internacionales, premio Nóbel de la paz y los periódicos de todo el mundo, se deshacen en resaltar la agilidad y eficacia de nuestra justicia y tal vez la tomen como ejemplo de cómo debe funcionar el poder jurídico de una nación, lo cual nos debe de llenar de orgullo. Aunque todavía existen escépticos y suspicaces, que no se explican que el caso de Manuel Rodríguez de Castro, que en su nefasto paso por la Zona Franca de Cádiz, en el que se perdieron muchos millones, siga durmiendo el sueño de los justos. A mi modesto entender el citado retraso, tal vez no sea culpa de nuestra eficaz justicia. Y entra en lo posible, que el expediente del mismo, se haya extraviado con tantas mudanzas realizadas en los últimos años por este Órgano. Por ello seamos justos y tolerantes, puesto que tal vez tengamos que pedirles responsabilidad a los transportistas de las citadas mudanzas.