Un herido grave tras una explosión en un gimnasio
La deflagración tuvo lugar en el interior del centro comercial El Plaza de San Fernando mientras realizaba labores de limpieza
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarEstaba realizando las labores de limpieza de la goma antideslizante del suelo en el gimnasio que se encuentra dentro del centro comercial San Fernando Plaza. Como es habitual, utilizaba productos muy inflamables, razón por la que llevaba puesto un traje de protección e incluso una máscara. Defensa que no pudo evitar que el empleado se encuentre con quemaduras de segundo grado e internado en la unidad de quemados del hospital sevillano Virgen del Rocío en estado grave.
Según han señalado los bomberos y fuentes policiales todo apunta a que el uso de estos productos, decapantes y disolventes, produjo una atmósfera explosiva que detonó en una deflagración (combustión súbita con llama a baja velocidad de propagación) de la que no pudo escapar el trabajador. Las primeras investigaciones aluden a un cortocircuito como causa de la detonación, si bien se estudian otras hipótesis ya que los agentes no han podido hablar con el empleado por la gravedad de sus heridas, a pesar de que en la jornada de ayer acudieron al hospital para intentar avanzar en la investigación.
Aún así, no consideran, por el momento, otro motivo pues en una primera inspección ocular no detectaron nada que se saliera de la normalidad. Es por ello que se decantan por un cortocircuito de la maquinaria con la que se estaba realizando las labores de limpieza ya que, ante una acumulación de gases, cualquier chispa puede producir explosión.
Rápida actuación
El servicio de los Bomberos era solicitado en la Sala de Emergencias del 085 a las 23.39 horas del lunes y hasta el lugar se desplazaron cinco efectivos del Consorcio Provincial de la Bahía de Cádiz con tres vehículos. Cuando llegaron al lugar, el trabajador herido se encontraba en el exterior del local y sólo se detectó un pequeño incendio en un recipiente de disolvente y la caída de varias piezas del falso techo de escayola.
Los Bomberos, provistos de equipos de respiración (Eras), accedieron al local, localizando el foco del incendio que se extinguió con un extintor, y procedieron a sacar al exterior el resto de productos inflamables. Posteriormente ventilaron la zona y sanearon el techo. Tras inspeccionar el lugar, se comprobó que los daños no habían afectado al resto de locales colindantes. La deflagración activó los rociadores del sistema contra incendios que arrojaron agua, por lo que hubo que cortar la llave de paso y detener los motores. Aunque en un primer momento el herido fue llevado al hospital Puerta del Mar por el 061, la gravedad de las quemaduras propició su traslado al centro hospitalario sevillano Virgen del Rocío. No fue hasta la una de la madrugada cuando los bomberos finalizaron los trabajos para asegurar la zona. Ardua tarea en una hora en la que pocas personas quedaban en el interior de la zona de ocio, aunque sí produjo un gran susto debido que en el lugar se encuentran diferentes bares de copas, restaurantes y hasta un cine. Por fortuna la deflagración no se extendió más allá del gimnasio, suficiente para que una persona tuviera que ser atendida. Los bomberos se desplazaron hasta el complejo comercial con una autobomba urbana ligera (U-36), una bomba de penetración urbana (P-18) y una autoescala (E-15). Para la extinción emplearon un extintor de polvo, tres Equipos de Respiración Autónoma y herramientas de mano.
La explosión y los rociadores contra incendios hicieron saltar en un primer momento las alarmas, al ser un centro muy transitado, si bien la situación se controló de forma rápida y efectiva, tanto por los agentes de seguridad como por lo bomberos y los sanitarios, que además de atender al herido y asegurar la zona, tuvieron que calmar al resto de personas que se encontraban en ese momento en el interior del complejo. El que no se hubiera propagado el fuego por toda el local, ni afectara a los demás, facilitó la tarea y permitió que el resto de propietarios pudieran revisar sus negocios para comprobar que la detonación no hubiera afectado a sus estructuras y tuvieran que ser apuntalados. Un gran susto muy comentado ayer en las inmediaciones del centro.