Benito González casi consigue tener en sus manos el bloque de pisos de Aifos, pero el concurso de acreedores lo evitó. :: C. C.
SAN FERNANDO

Contra De Bernardo y Griñán por una casa

Alude al «desamparo» de los ciudadanos al permitir que se construyeran los pisos sin garantías e incluso acudirá al Constitucional Un afectado de Aifos pondrá una querella criminal al alcalde y otra al presidente de la Junta

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Con su mirada repasa de punta a punta el edificio. Han pasado tres años desde la fecha de su entrega y ningún avance. Al contrario, cada vez parece más deteriorado, y no es extraño. En el exterior se escucha el eco de un martillo atacando una pared, ya que al no haber vigilancia son muchas las personas que han aprovechado la ocasión para desvalijar lo poco que había en las viviendas. Puertas, hilos de cobre, el aluminio de las ventanas, nada de eso queda.

Benito González, uno de los propietarios afectados por la situación del bloque Cala del Sol, de la promotora Aifos, no ha parado en su lucha y ahora está dispuesto a enfrentarse al alcalde, Manuel María de Bernardo, y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, por dejar indefensos a los ciudadanos.

«Todo esto ocurrió antes de la crisis. Es simplemente que se comieron el dinero dado antes de hacer las viviendas y nadie puso remedio ni información. Por ello, estoy decidido a poner una querella criminal contra el alcalde de San Fernando y el presidente de la Junta por permitir que se construya sin garantías y por abandono y desamparo de los ciudadanos». Tan sólo queda que el Colegio de Abogados de Cádiz le designe un letrado de oficio para que acuda a los juzgados a continuar en su lucha. Hace un año Benito ya consiguió en propiedad todas las viviendas de Aifos al forzar una subasta en la que tan sólo pujó él. El concurso de acreedores que surgió antes de que venciera el plazo para quedarse con los pisos, hizo que el trámite fuera suspendido con la condición de que los nuevos administradores judiciales deberían dar una solución al problema antes de un año. «Hasta julio tienen tiempo pero todavía no han movido ni un dedo y entonces el bloque sería para mí, aunque quiero dejar claro que mi intención es que cada vecino logre su piso pues yo mediaría con una entidad bancaria que me diera lo que pido y negociara con el resto de inquilinos».

Desesperación

Esta situación legal le ha convencido para llevar su caso hasta el Constitucional a la espera del papeleo que debe arreglar para ello. Y a pesar de que aún no han comenzado las batallas legales que iniciará en breve, en su mente hay un nuevo objetivo, pues si no consigue una respuesta favorable en ningún caso acudirá a Bruselas, para que los tribunales europeos se hagan cargo del problema.

«Escribí varias cartas a la Junta exigiendo una solución y echándoles en cara que no explicaran mejor al consumidor acerca de la necesidad de avales. Me respondieron que lamentaban lo ocurrido y que tomarían nota para un futuro. Pero, el daño está hecho y lo que no entiendo es cómo dejan construir sin que la promotora dé garantías».

Económicamente, Benito reconoce estar hundido. Han sido numerosas las ocasiones en las que se ha acercado a Servicios Sociales para solicitar una casa o prestación económica. «No me han hecho caso. Acudí al Defensor del Pueblo para que primero me diera la razón y segundo archivara el caso. Aún así, no pienso rendirme».