CREATIVIDAD

Los términos arte y cultura ostentan esa cualidad de trasladarnos al concepto de creatividad, que sólo parece estar al alcance de unos pocos.

Sin embargo los vocablos folclore o costumbres son considerados como peyorativos, y se reservan para manifestaciones populares, casi siempre catalogadas como de bajo valor cultural.

Para el autor de 'El martillo de Dios' Gk Chesterton «Muy pocos, salvo los pobres conservan sus tradiciones», en contraposición a las sociedades opulentas, donde todo cambio y renovación van ligado indefectiblemente a mayor desarrollo.

Lo que perdura se vuelve viejo e inútil, anquilosado en el pasado y por lo tanto inservible. En cambio las tradiciones son conservadas por aquellos que nada tienen, que sólo pueden transmitir y legar a su descendencia costumbres y valores.

El pueblo gaditano es sabio ya que es el fruto de la mezcolanza de culturas que en estas tierras se han asentado a lo largo de los siglos. Pero además es ingenioso y creativo.

Su capacidad para dar una respuesta rápida, ante situaciones que no están previstas, es encomiable. Posiblemente por ello hayamos sido capaces de superar situaciones críticas, que para otros hubiesen supuestos realidades dramáticas.

La pena es que este ingenio y creatividad no se plasmen en proyectos que sena capaces de generar riqueza que redunden en la mejora de la calidad de vida de la población.

Un ejemplo palpable podría ser la creación de una industria alrededor de nuestra fiesta por excelencia, el Carnaval.

Elegir donde uno quiere vivir, probablemente, sea una de las decisiones más importantes de nuestra vida. La elección de Cádiz para vivir es muy acertada, por ser una ciudad creativa, ingeniosa y lista donde las haya. Diferente es para los que hemos tenido la «suerte» de nacer aquí.