González Montaño, en su consulta del Hospital de Jerez. :: ESTEBAN
Jerez

«Las consecuencias pueden ser gravísimas»

El consumo sin prescripción médica de Viagra puede provocar colapsos cardiovasculares o dependencia psicológica José María González Montaño Especialista en Urología

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-¿Por qué es necesario acudir al médico antes de tomar Viagra u otras marcas que utilizan el sildenafil como principio activo?

-Es importante que los pacientes de cualquier edad que padezcan disfunción eréctil no se automediquen por dos motivos: primero porque la legislación vigente sólo permite dispensarlos bajo prescripción médica, y el segundo por razones de salud, pues la etiología de la disfunción es diferente y cada caso precisa de un determinado tratamiento médico, adaptado al problema.

-¿Qué consecuencias puede acarrear comprar y consumir Viagra y semejantes sin prescripción médica?

-La toma indiscriminada y sin prescripción médica de estos fármacos puede tener gravísimas consecuencias sobre la salud, en dos aspectos: uno, en cuanto al diagnostico, ya que podrían hacer que no se detecten posibles causas como el cáncer de próstata, la hipertrofia de próstata, el hipogonadismo tardío o la andropausia, o un síndrome metabólico con sus repercusiones cardiovasculares, etc... Y otros relacionado con el tratamiento en sí, porque existen interacciones e incompatibilidades con ciertos fármacos, sobre todo en pacientes cardíacos que estén bajo tratamiento, en los que puede llegar a ser fatal.

-¿Es cierto que su consumo masivo y descontrolado puede acabar ocasionando impotencia?

-El abuso de estos fármacos, si se pasan de dosis, pueden provocar priapismo o erección mantenida, que requieran de tratamiento médico y quirúrgico urgente, interactuar con otros vasodilatadores y producir un colapso cardiovascular, con repercusiones que pueden llegar a ser muy graves. Tampoco se puede sobrepasar la frecuentación de toma indicada por el facultativo. En principio no crea adicción, ya que la persona, cuando lo deja, puede mantener seguramente actividad sexual, pero sí crea una clara una dependencia psicológica, ya que hay pacientes a los que les cuesta trabajo dejarlos, puesto que se acostumbran a unos resultados que, a veces, son espectaculares.