En Barcelona no se puede perdonar
Al Xerez se le hace imposible el milagro tras fallar dos claras ocasiones en el Nou Camp al comienzo de la segunda parte
Actualizado: Guardar¿Qué hubiera ocurrido si Gorosito apuesta por un planteamiento más atrevido de inicio en Barcelona? ¿Qué habría pasado si Fabián Orellana aprovecha el regalo de Valdés y pone las tablas en el marcador del Nou Camp? ¿Cómo habría reaccionado el Barça si Mario Bermejo hubiera cabeceado al fondo de la portería para que el Xerez remontara ante los azulgranas? Eso ya nunca lo sabremos, quedará en el recuerdo del xerecismo y en lo que pudo haber pasado y no sucedió, porque la realidad es que Guardiola le vio las orejas al lobo y sacó del banquillo a Piqué y a Messi que, cual Cid, mató el partido con su sola presencia. «Se les veía más animados y confiados cuando saltó Messi al campo», reconoció Bermejo tras la derrota. Y es que el argentino apenas hizo un par de malabarismos. Fue Touré el que aprovechó una carambola entre Orellana y Armenteros para destrozar el sistema defensivo azulino, llegar desde atrás con fuerza y ceder la bola a Ibrahimovic para que el sueco la empujara y dejara prácticamente sentenciado a un Xerez al que se le escurre el milagro entre los dedos.
¿Por qué no soñaron con la victoria? Entre otras cosas, porque les pudo la sombra del gigante azulgrana. A todos, a Gorosito el primero, ya que a los azulones les costó olvidarse del escenario sobre el que jugaban y durante muchos minutos les pudo la grandeza del Nou Camp, del todo poderoso FC Barcelona, de verse como actor secundario en la película de la jornada y sufrieron un poco de ese miedo escénico que se padece en los grandes campos. Pero aún con las piernas temblonas les dio para soportar el primer 'arreón' del Barça. Gorosito (quizás demasiado respetuoso con los actuales campeones) armó la defensa con todo lo que pudo y se salió del guión. El preparador azulino había jugado durante toda la semana al despiste, ya que había declarado que no le terminaba de convencer lo de los tres centrales. Por eso, todo apuntaba a que sería Vicente Moreno el que aparecería en el centro del campo junto a Sidi Keita y Víctor Sánchez, para tratar de presionar la salida de balón de los azulgranas. Pero Pipo se decantó por apuntalar la defensa (situó a David Prieto a la altura de Leandro Gioda y Aythami) a cambio de regalar un puñado de metros a un Barcelona que se plantaba en tres cuartos con relativa facilidad a pesar del trabajo de los cuatros hombres del centro del campo y Mario Bermejo.
Ese esfuerzo retrasó la primera llegada del Barça hasta el minuto diez de partido. Xavi vio la arrancada de Henry desde la izquierda y le metió el balón en profundidad para que el francés rematara sin demasiado ángulo. Renan atajó y puso un poco de tranquilidad, pero una vez el grifo abierto, la fuente azulgrana comenzó a emanar juego. De hecho, el primer gol no tardó demasiado en caer. Esta vez el pase de Xavi fue a la derecha y buscando a Jeffren. El regate del canterano le llevó al suelo, pero reaccionó mucha más rápido que Casado para levantarse, plantarse delante de Renan y, sin apenas espacio, ponerla en la escuadra de un tremendo zurdazo.
El meneo hizo espabilar a los azulinos que respondieron con una buena jugada de laboratorio. Orellana puso en movimiento un balón parado pegado a la banda. Fabián buscó a Bermejo que se salió de una nube de jugadores que se dirigía al primer palo a medida que el cántabro llegaba al punto de penalti. Allí empaló con tan mala fortuna que su remate pegó en las piernas de Prieto cuando iba camino de gol.
A pesar del susto, los catalanes mantenían su cadencia de juego y buscaban a Xavi para que la cabeza pensante creara jugadas como la que inició al borde del 25' de la primera parte. Otro gran pase para Ibra, taconazo del sueco y Henry sólo tuvo que empujar el segundo. Pero Bermejo estaba respondón y por entonces la presión de la delantera azulina era fuerte y daba sus frutos: Orellana robó sólo un minuto después del tanto del Barça y se la cedió a Mario para que lograra un golazo por la escuadra desde el costado derecho del área.
A los de Guardiola les sorprendió el latigazo del cuadro jerezano y la fuente de fútbol cesó hasta el descanso. De hecho, del vestuario del Nou Camp salió el Xerez de la épica, de los milagros. Gorosito apostó por cambiar el dibujo, quitar a Aythami, meter a Carlos Calvo y los azulinos tuvieron el partido en sus manos. Primero Fabián Orellana -que no puede fallar ocasiones como la que tuvo si quiere ser un jugador importante-, y después, Bermejo. El punta azulino volvió a errar uno de esos cabezazos en los que no perdona (y ya van dos porque la semana pasada en Chapín también tuvo el gol de la victoria).
Esas dos ocasiones hicieron saltar las alarmas en el banquillo de Guardiola y salieron de inmediato Piqué y Messi. Movimiento que agradeció mucho un Barcelona que siente una gran confianza cuando ve a su 'crack' sobre el terreno de juego. Y es que las dos oportunidades falladas y la aparición del 'Messias' mataron psicológicamente a un Xerez que desapareció por completo del partido.
El Barça no apretó y logró el tercero andando, pues ya todo estaba decidido. Es más, el encuentro habría acabado mucho mejor si el colegiado pita el final en el 70' y se ahorra el circo y las expulsiones de los últimos minutos.
Barcelona: Víctor Valdés, Puyol, Márquez (Piqué, 51'), Chygrynskiy, Maxwell, Xavi, Touré, Keita, Henry (Bojan, 72'), Jeffren (Messi, 51') e Ibrahimovic.
Xerez: Renan, Francis, David Prieto, Leandro Gioda, Aythami (Carlos Calvo, 46'), Casado, Keita (Moreno, 62'), Víctor Sánchez, Fabián Orellana, Armenteros (Alustiza, 78') y Mario Bermejo.
Goles: 1-0, m. 13: Jeffren; 2-0, m.23: Henry; 2-1, m. 24: Mario Bermejo; 3-1, m. 55: Ibrahimovic.
Árbitro: César Muñiz Fernández (Colegio Asturiano). Expulsó a Alustiza en el 89' y a Orellana en el 92'. Mostró cartulina amarilla a Aythami, Víctor Sánchez, Casado, Orellana, Francis, Bermejo, Moreno, Leandro, Bojan
Incidencias: Nou Camp. Prácticamente lleno y con algo más de medio millar de xerecistas.