Rodaje en la habitación 229

Pedro es un veinteañero que atraviesa un mal momento, está depresivo, y de pronto recibe una llamada de su madre que hace que cambie el curso de los acontecimientos... «Y hasta ahí puedo contar», apuntaba ayer sobre la historia de su nueva obra el director jerezano Miguel Jiménez, autor del largometraje 'Pobre Juventud' que se rodó en su ciudad natal y que ahora emprende otro proyecto cinematográfico en su tierra acompañado de una pareja de actores que darán vida a los dos únicos personajes de su cortometraje: Roberto Hoyas e Isabel Ampudia.

El televisivo y muy conocido Hoyas, que ya estuvo presente en la ópera prima de larga duración de Jiménez y que también rodó por tierras gaditanas 'Besos para todos' (de Jaime Chávarri), es el gran protagonista de 'La llamada'. «Estoy en pantalla casi todo el metraje», admitía el mismo ayer viernes, la víspera de la dura jornada de rodaje que llevarán a cabo hoy en la habitación 229 del Hotel Jerez, que ha sido el escenario elegido para localizar una historia en la que «sobre el papel hay un buscado equilibrio entre el humor y el drama. Esperemos que sepamos convertir eso en imágenes», destacaba Jiménez, que añadía que le apetecía mucho trabajar de nuevo con Hoyas.

El tercer vértice de este triángulo es la presencia en la película de Isabel Ampudia, enorme actriz de consolidada trayectoria que deslumbró en la magnífica '15 días contigo' y que se sumó al proyecto del jerezano casi 'in extremis' atraída por un «argumento maravillosamente escrito, muy creíble, y que se aleja de todos esos 'cortos' pretenciosos cuyos guiones nos llegan muy a menudo».

La intérprete leonesa estaba en Málaga el miércoles con motivo del Festival de Cine Español, y aún no estaba claro que fuera a ser la protagonista de 'La llamada' -pese a que su director le hacía ayer toda una declaración de amor apuntando que «necesitaba a Isabel, el personaje era su prototipo»-. Pero en cuanto leyó la historia decidió viajar hasta Jerez, donde ayer se encontró por primera vez con su compañero en la pantalla y con el joven realizador que guiará sus pasos en cada plano de la historia.

Los tres se mostraron ayer muy ilusionados y convencidos de que el resultado de su trabajo será «una pequeña obra de arte» que durará apenas unos siete minutos. No en vano, el propio Jiménez dejaba que la suya es una historia atractiva, pero muy corta, que pretende rodar durante el día de hoy de forma sencilla y con pocas complicaciones de producción.

Una vez que esté listo, el cortometraje iniciará su recorrido por el circuito de festivales especializados -hay hasta 500 certámenes- ya que, hoy por hoy, «la comercialización de estos pequeños filmes en salas de proyección es difícil».

Sea como sea, la cinta llevará de nuevo el nombre de Jerez a la gran pantalla. «Soy de aquí, y siempre he rodado aquí», se reafirmaba ayer el joven director.