Fricciones en torno a la negociación del convenio

El pasado 14 de abril, la plantilla de Urbaser anunciaba su decisión de convocar una huelga indefinida a partir del próximo día 30 debido al bloqueo en las negociaciones del convenio colectivo con la empresa. Como explicó entonces el representante de los trabajadores, José Antonio Román, el personal le había concedido un tiempo de gracia a la dirección, debido a las complicadas relaciones con el Ayuntamiento por la abultada deuda municipal.

Sin embargo, el 9 de abril se sentaron con la empresa y no obtuvieron resultados, por lo que decidieron desenterrar el hacha de guerra. El quid de la cuestión radica en los salarios de los empleados, que según los trabajadores deberían aumentarse un 1,5% como se ha pactado a nivel nacional, mientras que desde Urbaser abogan por congelar los sueldos.

La patronal tampoco acepta otras peticiones del comité, tales como la consolidación de los puestos de trabajo fijos para eventuales con mucha antigüedad o la creación de un crédito interno para la plantilla que se descontaría de las nóminas.