EL LABERINTO

El efecto mariposa

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Si algo se ha hecho patente en los cuatro meses escasos que llevamos de año es la impotencia humana antes las fuerzas desatadas de la Naturaleza. Los terribles efectos de los terremotos en Haití, Chile o China se nos han quedado fijados en la retina. Y estos días la Tierra nos vuelve a demostrar su inmenso poder. Esta vez, afortunadamente, no ha habido que lamentar la pérdida de vidas humanas, pero nuestro planeta se ha empeñado en poner de manifiesto quién manda en realidad. Hasta hace poco las protestas del volcán islandés, de nombre impronunciable, se traducían tan solo en bellísimas y espectaculares imágenes propias de un exótico documental. Todo lo más, nos recordaba la novela de Julio Verne y los hermosos contrastes de la lejana Islandia. Pero de repente, el hasta ahora casi desconocido volcán ha decidido convertirse en protagonista estelar. La erupción bajo el glaciar Eyjafjalla ha logrado paralizar a nuestra aldea global. Casi todo el espacio aéreo europeo cerrado, millones de personas atrapadas en los aeropuertos de todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Japón, las agendas de los políticos alteradas por completo. Y una larga lista de efectos secundarios. Léase, por ejemplo, la oportuna huelga ferroviaria en Francia. Hace algunos años se hizo popular, a través de los medios, una complicada teoría científica que trataba de los comportamientos de los sistemas dinámicos. La película de los dinosaurios de Spielberg nos familiarizó con los aspectos más anecdóticos de la teoría de las estructuras disipativas, con términos como la teoría del caos o el efecto mariposa. Una mariposa bate las alas en Amsterdam y se produce un tsunami en Japón. Estos días todos hemos podido experimentar cómo la teoría se cumple para ese sistema tan dinámico como es la vida cotidiana del personal. Un volcán hace erupción en un lejano país europeo y Manuel Chaves y Francisco Camps casi se ven obligados a compartir cazuela de mejillones en los aledaños de la Grand Place. Además, todo esto nos debería hacer pensar que si la teoría se confirma experimentalmente para nuestra vida cotidiana, cualquiera de nuestros actos puede tener consecuencias impredecibles. Con lo que está cayendo en los ámbitos político y judicial, más vale que todos tengamos un poquito de precaución.