Fallones amarillos

Esta temporada ha habido varios partidos donde el Cádiz fue mejor que el rival pero la mala suerte unas veces, los errores en defensa en otras, o del portero en ocasiones evitaron el triunfo. Ayer se repitió la historia, pero se rizó el rizo. El Cádiz perdió por deméritos propios y porque no se puede fallar tanto ante la portería contraria. Seguro que mientras leen esto están pensando en Ramis. Es lógico, con las dos clarísimas ocasiones que erró. Pero no fueron las únicas claras que no se materializaron y no fue el único que falló. Por lo que vayan pensando también mientras leen en otros fallones amarillos. La primera que tuvo el delantero uruguayo viene de otro monumental fallo de Enrique, que de forma clara y franca se planta ante el portero pero que hace lo más difícil. Para mí es más clara que la que falla después Ramis. Luego tenemos el segundo fallo del 'refuerzo' de invierno con ese mano a mano con el guardameta, que vuelve a ganar la partida este último. Pero si nos vamos a la primera parte tenemos, por un lado, el fallo por egoísmo de Ogbeche. Luego, el de Cristian, que sin portero y con sólo dos defensas, tira a donde salga sin buscar los huecos posibles tras un pase de la muerte también de Ogbeche.

Como esta Segunda División es tan mediocre, resulta que las cosas están más o menos como antes. Un poco peor, porque entre otras cosas queda una jornada menos, pero punto arriba o punto abajo sigue más o menos igual. Lo bueno del partido es que el debut de Dani en la portería no defraudó a casi nadie y tuvo intervenciones de mucho mérito, aunque puso el susto en la grada con un recorte en el área 'made in' Miguélez. También destacar la labor de Caballero, aunque se le notó la tendencia a irse al centro y sus carencias en banda, pero aun así, de lo mejor. Lamentar la lesión de Raúl López por supuesto, que esperemos que sean dos semanas cortitas. Esta bayeta llamada Cádiz está exprimida al máximo y no se le saca más, aunque más que bayeta parece josifa. Y punto.