Oportunidad perdida

El Xerez falló, y no se podía permitir más errores si quería mantener vivo el sueño de la permanencia. Al menos, esa era la idea antes de que el cuero comenzara a rodar, pero ahora el futuro de los azulinos en la máxima categoría del fútbol nacional es incierto y dependerá desde el prisma que se mire, pues habrá quien vea la botella medio llena, quien la vea totalmente vacía y que ni tan siquiera quiera verla. Y es que lo peor de la tarde fue que el Xerez falló, que no supo sacar adelante su partido y sólo sumó un punto ante un Racing de Santander, que ahora también le gana el 'goal average'. Pero el empate sin goles entre el Málaga y el Valladolid deja una pequeña puerta abierta para las aspiraciones azulinas. Las opciones son remotas, pues habría que recortar seis puntos en cinco partidos, pero existen. Todo pasaría, nada más y nada menos, por ganar o sacar algo positivo de un templo virgen hasta la fecha como es el Nou Camp. El Barcelona sólo ha perdido un encuentro en la presente Liga y ha sido, lejos de su feudo, pero los azulinos tendrán que romper esa terrible estadística para continuar con la ilusión de la salvación.

Lo cierto es que ganarle al FC Barcelona parece un sueño demasiado complicado incluso para un Xerez abonado a los milagros, pero que alterna un fútbol de ensueño con pájaras en las que se sale del partido. Precisamente ese fue el pecado del Deportivo en la tarde de ayer: la irregularidad, esos momentos en los que flojeó y dejó meterse en el partido al Racing. Los azulinos desconectaron, y cuando volvieron al prado de Chapín ya era demasiado tarde. La remontada se quedó a medias.

Y todo pudo ser mucho más sencillo porque los azulinos se agarraron al gol tempranero, esa fórmula mágica que tantos puntos les está dando en los últimos partidos, y salieron a comerse al Racing de Santander. Pero Tchité en dos ocasiones le dio la vuelta a la contienda y los azulinos, al menos, pudieron salvar el empate gracias al tanto de Víctor Sánchez.