Irán acusa a EE UU de ser el auténtico «criminal nuclear»
La posibilidad de un acuerdo negociado entre Washington y Teherán se esfuma en la jornada inicial de la cumbre
TEHERÁN. Actualizado: GuardarIrán y Washington, cara a cara una vez más. La república islámica celebra una cumbre de desarme nuclear y no proliferación para seguir gritando al mundo que su programa atómico tiene fines pacíficos y que el auténtico «criminal nuclear» se llama Estados Unidos. Así lo definió el Líder Supremo, Alí Jamenéi, a través de un comunicado leído en la jornada de apertura de una cumbre inaugurada por el presidente Mahmoud Ahmadineyad. Si alguien recordaba aún el mensaje de «mano tendida» de Barack Obama tras su llegada a la Casa Blanca, si alguien pensaba que quedaba alguna posibilidad de acuerdo negociado en el contencioso nuclear iraní, este se empezó a difuminar en Washington a comienzos de semana con la Cumbre de Desarme -a la que Irán y Corea del Norte no fueron invitados- y terminó de esfumarse ayer en Teherán con el discurso de Ahmadineyad que exigió «la exclusión de Estados Unidos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA)» porque «es el único país del mundo que ha utilizado armas nucleares y amenaza con volverlo a hacer».
Con la presencia en Teherán del secretario general de la Conferencia Islámica, Akmaledin Ihsanoglu, los ministros de Asuntos Exteriores de Suiza, la República Centroafricana, Irak, Siria, Omán, Líbano, Turkmenistán y Armenia, y los viceministros de Asuntos Exteriores de China, Rusia, Emiratos Unidos Árabes y Qatar, Ahmadineyad propuso también la creación de un «grupo independiente», con plenos poderes de la ONU, para dirigir y controlar el desarme nuclear del mundo. Por último, sugirió la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la sustitución del «injusto y antidemocrático sistema de veto».
«Energía nuclear para todos, armas nucleares para nadie» es el lema de esta cumbre en la que el ayatolá Alí Jamenéi respondió a las potencias occidentales que sospechan que Irán está detrás del armamento nuclear asegurando de forma rotunda que «el islam prohíbe este tipo de armas, es 'haram' (pecado)». Pese a que los informes elaborados por los expertos de la AIEA no confirman ni desmienten que el programa iraní tenga fines bélicos, el país está a las puertas de una nueva ronda de sanciones.
Carrera imparable
La presión internacional no logra congelar la carrera atómica iraní. Se está construyendo una nueva instalación nuclear cerca de la ciudad santa de Qom y se ha anunciado el inicio de las obras para edificar otras diez en los próximos meses. Las siete mil centrifugadoras de Natanz enriquecían hasta ahora uranio al 3,5%, pero «ya hemos alcanzado también el 20%», aseguró el presidente durante la celebración del último aniversario de la revolución, nivel aún insuficiente para la producción de armas según los expertos.
La cumbre en Teherán sirve también para mostrar cierta imagen de normalidad en un país sumido en una grave crisis interna desde la celebración de las últimas elecciones presidenciales en las que la oposición denunció el fraude por parte de Ahmadineyad y se echó a las calles de todo el país formando la conocida como 'revuelta verde'.