Final. Gorosito ya le ha dicho a sus jugadores que no se pueden permitir un nuevo fallo. :: JUAN CARLOS CORCHADO
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La salvación, en juego

El Xerez, sin margen de error, sabe que un nuevo fallo ante el Racing de Santander sería definitivo de cara a sus opciones de permanencia

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Hablar de finales en el Xerez Deportivo es como conversar de cosas de andar por casa, de algo cotidiano, del día a día. El efecto definitivo ha perdido efecto, pues los azulinos acumulan tres temporadas de partidos vitales. Primero fue por lograr la permanencia en Segunda División, después se peleaba por alcanzar el sueño del ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional y ahora lo que está en juego es culminar una épica remontada y mantenerse un segundo año en Primera División.

Por tanto, esta tarde los azulinos encaran la enésima final, pero lo hacen con la naturalidad del que se ha curtido en mil batallas, pues el Deportivo se ha acostumbrado a convivir con la tensión de los partidos definitivos. Lo hizo con poca fortuna contra el Getafe hace una semana y lo volvió a afrontar con éxito hace unos días. Ese triunfo en el Vicente Calderón le dio a los de Gorosito el aire suficiente para volver a meterse en una pelea de la que prácticamente habían salido, pero los azulinos no se resisten a clavar prematuramente la rodilla y parecen dispuestos a pelear hasta la última jornada.

El clavo ardiendo al que se agarran en el Deportivo es de seis puntos, que es la diferencia que separa a los xerecistas de la zona de permanencia (marcada en estos momentos por el Málaga, con 32 puntos). A falta también de seis partidos para el final, el consuelo que tiene la afición del Xerez es que el equipo aún está en la pelea y cuenta con opciones reales -aunque remotas- de alcanzar la permanencia. Y es que tras muchos meses de sufrimiento, el xerecismo al fin está disfrutando de la Primera División, algo de lo que tanto se hablaba en los días del ascenso y que tanto se ha criticado y se ha echado de menos durante la primera vuelta de la competición. Ahora la hinchada acude a Chapín con espacio para la esperanza y la diversión de ver a su equipo luchar cara a cara con los mejores equipos del país.

Gozos a parte, Gorosito y sus hombres son conscientes de que no pueden dejar escapar la última de las oportunidades que les brinda la competición. Saben que de perder en Chapín no quedará ni tiempo ni espacio para una nueva reacción y la despedida de la categoría quedará supeditada al mayor de los retos que hoy en día existe en el mundillo futbolero: ganar en el Nou Camp al mejor equipo del mundo.

Vuelve el 4-4-2

Pipo recupera el esquema de juego que viene utilizando cuando pelea en Chapín. Es decir, los azulinos dibujarán un 4-4-2 cargado de cambios. Para empezar, de la línea defensiva saldrá Francis y entrará Juan Luis Redondo en el lateral diestro. El de Barbate ya sabía que la titularidad del Vicente Calderón era una cosa puntual, ya que Gorosito quiere ir con calma y que Fran no vuelva a recaer de su lesión. Por eso, Francis no se enfrentará al equipo con el que parece haber llegado a un acuerdo para la próxima temporada. Precisamente estos rumores han hecho pensar mal a más de uno, pero fue el propio Gorosito quien aclaró en rueda de prensa que se trataba de una medida de precaución sin más.

En el centro del campo regresa Víctor Sánchez. El catalán se había convertido en uno de los puntales del equipo desde la llegada de Gorosito, pero se perdió el duelo del Vicente Calderón por acumulación de tarjetas. Algo que también le ha pasado a su sustituto, ya que Vicente Moreno vio la quinta cartulina amarilla el miércoles mientras tapaba el puesto que había dejado libre Víctor. Por tanto, Vicente no ha tenido ni tan siquiera opción a continuar optando a mantener ese puesto.

En las bandas, un cambio, en la izquierda. Vuelve Momo tras el descanso entre semana. Armenteros metió la cabeza en el once titular para el partido del Atlético de Madrid, y la metió muy bien ya que logró el gol del triunfo con un gran testarazo, pero ahora tendrá que ver el comienzo del encuentro desde el banquillo.

El último de los cambios es el que más repite Gorosito: Míchel por Carlos Calvo. El gigantón azulino también tuvo descanso durante la semana, pero hoy volverá a formar pareja junto al goleador de los azulinos, un Mario Bermejo que el miércoles llegó a la decena de goles y al que le quedan seis encuentros para llegar a los quince, alcanzar la permanencia y firmar una épica remontada.

De momento, y paso a paso, el objetivo es sumar tres puntos y que el Valladolid y el Málaga empaten para quedar a cuatro puntos de la zona de permanencia.