El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, en animada charla con Jean-Claude Juncker, responsable del Eurogrupo :: EFE
Economia

La UE quiere examinar los presupuestos de los países antes que sus ParlamentosPor aire, y también por tierra

España someterá a fiscalización, además de la evolución de déficit y deuda, el saldo de la balanza exterior y los costes laborales

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las crisis del euro las puede provocar un socio, pero afectan a todos. Es la primera lección extraída de los problemas de Grecia. Por eso la Unión Monetaria -y por extensión, la Unión Europea- quiere ahora que sus miembros se revisen unos a otros las grandes líneas de las cuentas públicas antes de someterlas a la aprobación de los respectivos parlamentos, y propone que se formulen advertencias directas para evitar posibles desviaciones. La iniciativa se trató en la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro que se celebra en Madrid, previa al encuentro de los Veintisiete. Fue expuesta con entusiasmo por el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rhen, y aplaudida por el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker.

El viceministro de Finanzas alemán, Joerg Asmussen, puntualizó después que la soberanía de las cámaras nacionales para decidir las políticas económicas ha de preservarse por encima de todo. Pero Rhen no se apeó de su optimismo: «En este primer intercambio de impresiones -dijo- he visto un debate muy constructivo, y tendré ocasión de tomar en cuenta las reacciones de los Estados miembros cuando, el próximo 12 de mayo, dé a conocer una serie de propuestas que incluyen una revisión de la legislación secundaria y una mejora de las prácticas de revisión existentes para reforzar el Pacto de Estabilidad». Por si no hubiera quedado del todo claro, insistió en que «la Comisión es la guardiana del Tratado» y mantiene el derecho de iniciativa, si bien la decisión final la adoptan los países.

«No se trata de restar derechos a los países», tranquilizó Juncker, que confió el éxito de la iniciativa a los beneficios de un intercambio de información. No lo dijo, pero es evidente que la revisión previa de las grandes líneas de las cuentas públicas juega con la presión que puede suponer en países con gobiernos apoyados en mayorías débiles, con dificultades para imponer la ortodoxia presupuestaria.

Además de la mejora del Pacto de Estabilidad, Bruselas se plantea la puesta en marcha de un mecanismo permanente contra la crisis, así como aplicar nuevos instrumentos de supervisión, vigilancia y regulación. Son los fallos detectados tras el impacto de la recesión y de los problemas de Grecia.

Competitividad

La idea de la vigilancia 'entre iguales' se abre camino. Si el examen previo de las cuentas públicas tendría que superar muchos obstáculos, ya es una realidad próxima en otros aspectos. Con este fin, los socios del euro van a emprender la tarea de fiscalizar la competitividad de cada uno de ellos. España se ofreció para ser pionero en este examen, junto a Finlandia, lo que se llevará a cabo en próximas reuniones del Eurogrupo. Después les tocará el turno a Portugal y Luxemburgo, y a continuación al resto. En definitiva, que además de la reconducción del déficit y de la deuda, se van mirar con lupa cuestiones como la balanza exterior o los costes laborales. Para colaborar en esta tarea se podría requerir a otro Estado miembro, al que se pediría su opinión desinteresada.

La zona euro tiene un relativo equilibrio competitivo de cara al exterior, pero en su seno hay claras asimetrías que -como el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, se encargó de recordar-, precisan de la aplicación de reformas estructurales y de acciones encaminadas a reducir el déficit exterior. «Los déficit de competitividad requieren inmediatas medidas correctoras no sólo en Grecia, sino en otros países», puntualizó el comisario de Asuntos Económicos, que evitó citar a Portugal, España o Irlanda, países a los que se atribuye este problema. Rhen sólo identificó a Alemania -que desequilibra la zona euro con su elevado superávit exterior, según las críticas expresadas por Francia- para sugerir que cada uno tiene su asignatura pendiente. De la misma manera que en un encuentro entre el Barcelona y el Bayern Munich no se le puede pedir a uno de los competidores que juegue peor, bromeó, el país de la canciller Merkel es bueno en lo suyo, pero podría mejorar su demanda interna.

Por aire o por tierra, los ministros de Finanzas de la UE estaban dispuestos a llegar a la cita de Madrid pese a las cenizas que nublan los cielos de Europa. Al final acudieron, pese a tratarse de una cita informal, prueba de que «cuando los responsables de Hacienda tienen la voluntad de hacer algo, se sobreponen a todos los obstáculos, incluso a los que impone la naturaleza», según comentó el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. Los viajeros del centro de Europa pensaron en apuntarse al popular interrail para desplazarse en tren desde París a Madrid, pero finalmente pudieron hacerlo por vía aérea.