Christian, el rey del 'timo phone'

Según lo describe la Policía es un tipo «imaginativo», cuenta con buena presencia y gasta un carisma especial con el que se mete a cualquiera con el que hablaba en el bolsillo. En definitiva, a Christian U. B, el joven gaditano de 25 años detenido por la Policía esta semana como supuesto cabecilla de una red de estafas telefónicas en la Bahía de Cádiz, le sobraban maneras para ser un chico con éxito, para ganar mucho dinero y, si hubiera querido, para triunfar en la jungla de los negocios. Sin embargo, todas esas habilidades las ha ejercitado desde que era adolescente en la picaresca, la estafa y el timo, de forma que a sus 25 años cuenta ya con un extenso historial de 24 arrestos policiales, otras tantas causas abiertas en juzgados de toda España e incluso una condena de prisión, que quedó en suspenso al pedir una.

Ayer finalmente, el joven era enviado a prisión provisional por orden del juez de guardia de Cádiz, por la estafa que parecía su obra maestra en el timo: un trabajo fino y complejo, basado en la contratación de líneas eróticas y tarot falsas -con números 806- a las que el propio detenido y sus supuestos colaboradores llamaban de forma masiva para hacer caja.

Como ya adelantó LA VOZ esta semana, la Policía Nacional dio al traste con esta trama estafadora en la llamada 'operación Cris-PIN', en la que habrían sido detenida un total diez personas (nueve ahora, y una en noviembre de 2009), de las cuales, tres han sido enviadas a prisión junto a Christian. El joven fue dado ayer de alta del hospital Puerta del Mar, donde fue ingresado el martes tras arrojarse por la ventana de su piso, cuando iba a ser detenido.

La trama estafadora habría defraudado la friolera de 600.000 euros tanto a las compañías como a particulares, aunque la cifra -estimada con las primeras pruebas recabadas- «podría ser incluso mayor y superar el millón de euros», según explicaba ayer el inspector de policía del grupo Udyco III de la comisaría de Cádiz -responsable de la investigación-, en una rueda de prensa en la que se dieron los detalles de esta estafa «ingeniosa y novedosa», como definió el comisario de Policía, José María Deira.

A toro pasado el sistema utilizado para enriquecerse parecía fácil. Pero no lo era en absoluto: Christian contrataba supuestamente líneas 806, que enmascaraba como teléfonos de líneas eróticas, y a las que llamaba de manera masiva durante horas y horas con decenas de teléfonos móviles, que compraba supuestamente en el mercado negro. El propio Christian, aprovechando sus contactos como comercial de telefonía y el carisma que lo caracteriza, lograba introducirse en las bases de datos de las empresas telefónicas, y activaba supuestamente las tarjetas prepago como líneas de contrato, utilizando nombres falsos -a veces tan ridículos como Sara Huevos Hervidos-, de manera que el gasto de las llamadas era cobrado a personas inexistentes. Aunque en ocasiones, usaba identidades robadas, de manera que personas reales han recibido facturas de miles de euros.

La Policía -con ayuda de las propias compañías telefónicas- comenzó 'la operación Cris-PIN' a finales de 2008, a raíz de una denuncia que había presentado una amiga de Christian contra él, por haberla estafado supuestamente en la contratación de una tarjeta de crédito. La joven, además, desveló que el gaditano le pagaba por hacer llamadas durante horas y la Policía comenzó a sospechar y a investigar. Durante estos dos años se rastrearon al menos 600 líneas de teléfono, aunque según fuentes de la investigación, se tema que pudieron utilizarse muchas más

Christian no trabajaba sólo, sino que contaba con una red de colaboradores que también han sido detenidos en la operación. Por ahora se ha detenido a nueve personas, entre ellos su novio y una mujer de unos 50 años -María Isabel F. S.- que está considerada la mano derecha en la trama, ya que habría reclutado al resto de supuestos cómplices entre los miembros de su familia, incluida su hija. Éstos cobraban presuntamente por contratar a su nombre las líneas 806 y por hacer llamadas. Tanto el novio de Christian como María Isabel y el hermano de ésta han sido enviados a prisión provisional.