ESPAÑA

La énesima recta final del Estatut

MADRID. Actualizado: Guardar
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6-4, 4-6 y 5-5. No es un tanteo de tenis, son las cábalas que se hacen sobre el resultado de la votación en el Tribunal Constitucional sobre el recurso del PP contra el 'Estatut' de Cataluña. «Está todo abierto», reconocen fuentes conocedoras de los debates. El fallo, pues, puede ser muy restrictivo si la corte acepta el grueso de la impugnación del partido opositor, posición que defiende una minoría de magistrados conservadores. Una sentencia en este sentido generaría un problema político de imprevisibles consecuencias en Cataluña, y también para el Gobierno socialista. Pero la resolución también puede ser contraria a la impugnación y favorable a la constitucionalidad de la mayoría del texto con matices, un enfoque que, también es verdad, sólo avala otra minoría, la progresista.

La fecha de la sentencia del Constitucional es, quizás, el motivo por el que políticos, magistrados y analistas han cruzado más apuestas de cenas y comidas en los últimos meses. Todo el que ha fijado un día ha pagado. La propia presidenta del tribunal, María Emilia Casas, alentó las expectativas en septiembre pasado, cuando dijo que antes de fin de año habría fallo. No lo hubo.

Después se barajaron mil plazos. Hasta Mariano Rajoy apuntó que el 'día D' sería el Jueves Santo. También agua. Tanta ansiedad está justificada; el 'Estatut' fue recurrido por el PP ante el Constitucional en julio de 2006, es decir, que han pasado tres años y casi nueve meses. Y mientras, la ley de autogobierno de aplica y sin conflictos reseñables. Una situación que puede dar la vuelta si, como se espera, el Constitucional alumbra el fallo esta semana. El pleno de los magistrados está convocado para el miércoles y jueves. Por ahora, la votación está «cuatro y medio a cinco y medio». Es decir, que uno de los constitucionalistas, Manuel Aragón, comparte posturas de uno y otro bando.

La presidenta de la institución ha pisado el acelerador de las negociaciones en las últimas semanas, pero las posiciones han variado poco. Las homogeneidades son escasas y los fraccionamientos, muchos. El bloque conservador está dividido entre los irreductibles Vicente Conde, Jorge Rodríguez Zapata y Javier Delgado, partidarios de tumbar la gran mayoría del 'Estatut' y dar por bueno el recurso del PP; Ramón Rodríguez Arribas no es tan radical, y aunque se opone a buena parte del texto no descarta una salida pactada, mientras que Guillermo Jiménez, vicepresidente de la corte, muestra una posición más conciliadora siempre dentro de unos parámetros restrictivos.