Presunción de deshonestidad
Actualizado: Guardar'Además..., parecerlo'; la autojustificación y la justificación de los más cercanos es el segundo oficio más antiguo del mundo, a corta distancia del primero. En política la presunción de inocencia es una gatera mental de escasa enjundia intelectual, aunque de gran demanda en estos tiempos, hasta llegar a la hiperinflación. Pero es una equivocación: la lucha política no es una instancia pseudo judicial de la que sólo interesan los principios garantistas, no, esos dejémoslos para las sentencias; en el terreno de la exigible moralidad pública de los 'operadores' políticos (perdón por la cursilada), la simple imputación judicial dentro de un proceso en que las partes han ejercido todos sus derechos constituye una auténtica presunción de deshonestidad, porque las pruebas que existen arrumban el principio constitucional de presunción de inocencia... y si esto es así, en virtud de elementales reglas de decencia, el imputado debe ser inmediatamente expedientado por su partido y apartado de toda responsabilidad interna e institucional.
No es costumbre, pero hay que evitar el deterioro de la democracia por las prácticas proteccionistas de los partidos en favor de quienes defraudan a la ciudadanía, bordean o incumplen la ley y están en la cuerda floja de la corrupción..