+ Tranvía, por favor
Actualizado: GuardarDesde hace tiempo observo cómo movimientos que surgen casi de un modo espontáneo, y en oposición a decisiones de los gobiernos, logran motivar a la ciudadanía y unirla alrededor de un objetivo claro: favorecer un cambio sobre una determinada decisión de los representantes a quienes decidimos confiar nuestros destinos en sociedad. Pues bien, no deja de sorprenderme cómo cada vez más mujeres y hombres deciden participar en estas plataformas para hacerse oír y reclamar su derecho a hacerlo, y más cuando una vez tras otra se denuncia la apatía o el desinterés de la clase ciudadana por la política y los arbitrajes de sus profesionales. He seguido la plataforma de Salvemos El Palmar, la de los vecinos de la playa de Santa María que se unían con éxito, espero, contra el restaurante del omnipotente Grosso y ahora estoy expectante a ver qué ocurre con la del + Tranvía. A priori he de confesar que me gusta el tranvía, quizá sea porque no soy capillita, quizá porque de las ciudades que conozco, las que más me gustan están serpenteadas por tranvías, o simplemente porque me considero una mujer práctica. Me gusta la idea de poder cavilar y visualizar Cádiz, al fin, en clave de Bahía; necesito pensar en que el tranvía ayudará a dinamizar el territorio y también las relaciones entre los habitantes, y es posible que ponga cota al cementerio de elefantes en el que se ha convertido el casco histórico gaditano, donde cada vez hay menos población activa, y no sólo hablo desde el punto de vista del empleo. Además, de algún modo tendrán que llegar hasta los hoteles de Chiclana quienes nos visiten en el Doce, ya que según me informan no es seguro que la pensión Fantoni amplíe su oferta hotelera.