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Cuatro pilotos para una gran batalla
Rossi es favorito y busca su décimo título, pero Stoner, Lorenzo y Pedrosa quieren impedírselo
BILBAO. Actualizado: GuardarSólo faltan unas horas para que el Mundial de motociclismo eche a rodar. Será este fin de semana en Qatar. El circuito de Losail está preparado para la gran batalla en MotoGP. Así ha definido Valentino Rossi la temporada. Y lo que dice el piloto italiano va a misa. Nueve títulos le avalan y este año quiere el décimo. Es el firme candidato a conseguirlo. Huele de nuevo a gasolina sobre el asfalto de los circuitos, llega la hora de abrir gas y mostrar que ha merecido la pena esperar un duro invierno para presenciar el espectáculo que se avecina en la categoría reina. Cuatro aspirantes, cuatro formas de pilotar diferentes, y un único objetivo.
El de Tavullia llega mejor que nunca. En la pretemporada con menos tests de los últimos años, el italiano se ha puesto las pilas desde el principio y ha lanzado varios avisos a navegantes. Este año no está dispuesto a dejar pasar una. Su Yamaha M1 corre. El trabajo en la aerodinámica para incrementar el rendimiento y la velocidad punta ha dado sus frutos. Se ha afinado el chasis para conseguir una nueva rigidez y a la vez favorecer la tracción del neumático. La marca de los tres diapasones ha puesto en manos de Rossi una máquina a su altura. Sabe que tiene la más fiable y no puede dejar escapar su oportunidad. El resto de condicionantes para la carrera corren de su cuenta. Ya lo ha demostrado en pretemporada. Este año no quiere ni un cabo suelto y se ha dado prisa en demostrar que el que quiera seguirle va a tener que poner mucho de su parte. 'Il dottore' está impaciente para acelerar de verdad. Como el resto de sus rivales, aunque a más de uno le hubiera venido bien un poco más de tiempo.
Entre ellos a Jorge Lorenzo. El mallorquín figura de nuevo como compañero de escuadra del italiano, pero tal y como se han puesto las cosas, lo único que les une son los colores de su mono. Porque en su afán de cerrar puertas al español, Rossi ha conseguido que este año no compartan ni la telemetría. El de la isla ha aceptado el reto para demostrar que los fantasmas que persiguen al del Tavullia no son ciertos. No necesita nada del italiano para ser competitivo. Lorenzo ha crecido como persona y como piloto. El año pasado ya descubrió los límites de la Yamaha y probó en diferentes dosis la medicina que aplica su compañero. Tendrá un inconveniente. La lesión que se produjo en un dedo de la mano derecha, que le obligó a pasar por el quirófano, le hará llegar mermado y con menos kilómetros de los que le gustaría a la primera cita del Mundial.
El que tiene más recursos para ponerle las cosas difíciles al campeón es Casey Stoner. El australiano vuelve renovado tras superar los problemas físicos que le dejaron sin opciones el año pasado. Quiere sacarse la espina. Y Ducati tampoco se ha quedado atrás en cuanto a trabajo respecto a Yamaha. La Desmosedici GP 10 tiene un motor bastante más manejable que su antecesora y, por tanto, más fácil de entender. Ahora resulta menos complicado rodar con ella, incluso con neumáticos usados. Tanto el australiano, como su compañero de equipo Nicky Hayden, han asimilado las innovaciones técnicas introducidas por Filippo Preziosi sin que la moto pierda la punta de velocidad que tanto le caracteriza.
Al que sí le ha pillado el toro es a Honda. Dani Pedrosa y su equipo todavía no han encontrado la tecla para que la RC212V rinda de una forma competitiva. Los problemas surgidos con la puesta a punto durante la pretemporada han sido evidentes. Se ha trabajado con el nuevo chasis, las suspensiones y la evolución electrónica para tratar de encontrar una combinación que no ha llegado. Se ha mejorado el tercero de los apartados, pero falta la conjunción de los dos primeros. No han conseguido los progresos que esperaban durante los distintos tests y desde la marca nipona ya se ha pedido calma de cara a la primera cita del Mundial. Mala señal. Aunque también puede ser una táctica frente a sus rivales. Con el catalán nunca se sabe lo que puede ocurrir.
Los nuevos
La parrilla de 17 pilotos también tendrá otros tres españoles. Dos de ellos recién llegados del desaparecido cuarto de litro: Álvaro Bautista, como piloto oficial Suzuki, y Héctor Barberá, dentro del equipo Aspar y a los mandos de una Ducati. El tercero es el 'comodín' Aleix Espargaró, que tras las buenas sensaciones dejadas la pasada campaña se ha ganado una montura con el Pramac, satélite de Ducati. El objetivo de los tres será demostrase a sí mismos que pueden ser competitivos en la categoría reina.
Tampoco hay que perder de vista a otros 'novatos' de la categoría. Por ejemplo, Ben Spies, apodado 'Elbowz' (codos) por su peculiar estilo de conducción. Procede de las Superbikes, donde ganó el título en 2009, año que fue el piloto de referencia a pesar de competir en un nuevo campeonato, con una moto nueva y en unos circuitos desconocidos hasta entonces para él. Yamaha quedó impresionada por sus resultados y le convenció para dar el salto a MotoGP encuadrado en el equipo Monster Tech 3. Marco Simoncelli será otro de los talentos a seguir en su salto de categoría. Pero la atención estará sobre todo centrada en los puestos de cabeza. En la gran batalla. Cuatro pilotos frente a frente, y sólo uno saboreará la gloria.