La reforma de los ascensores del centro mejorará el control del plan de visitas

La ventaja de un hospital con más de diez plantas es el control de la entrada y salida a través de los ascensores. La dirección del centro ya lo ha pensado primero y hará de ello un aliado para mejorar la vigilancia de las visitas. El plan de tarjetas, puesto en marcha hace apenas unos meses, se podrá servir de esta reforma, que concentra los elevadores en la entrada. Estos trabajos de adecuación y modernización han supuesto un cambio estético en el interior del centro, ya que se pusieron en marcha los aparatos frente a la puerta principal, que vienen a sustituir a los que se cogían justo en la parte trasera.

El proyecto de obras en sí supone una importante mejora de 13 ascensores, en los que se han invertido 950.000 euros. Los trabajos consisten en una serie de cambios en la maquinaria y en el aspecto exterior para mejorar el tránsito y el traslado de los pacientes.

Las obras duran ya casi un año. Esta demora se debe a la imposibilidad para actuar en todos a la vez. De hecho, toda la planificación se ha llevado a cabo de forma paulatina, de manera que se ponía uno en servicio cuando se precintaba otro. Pero lo más difícil ya ha quedado atrás. De momento siguen pendientes dos elevadores por reformar, pero hace unos días se cerró uno de ellos. El otro estará listo en verano, con el fin de tener toda la red a punto para la apertura de los nuevos dispositivos.

Queda aún pendiente la unidad de rehabilitación cardiaca, para la que ya se había habilitado un espacio y la redistribución de las Urgencias Generales, que sufrieron una profunda reforma hace ya dos años.