Economia

El Gobierno y CiU acaban con el blindaje de los consejos en las empresas que cotizan en Bolsa

Los catalanes empujan al Ejecutivo a retrasar un año la eliminación de las limitaciones de voto en las grandes compañías

MADRID. Actualizado: Guardar
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Una acción, un voto. Ese será el guión inquebrantable en todas las sociedades que coticen en Bolsa dentro de poco más de un año. Ya no habrá blindajes que valgan, y los accionistas deberán tener una representación en el consejo de administración proporcional al capital que controlen. Así lo pactaron hace 15 días el PSOE y CiU. En concreto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y Josep Antoni Durán i Lleida. Tal y como confesó el portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre. Y así lo votaron ayer sus respectivos grupos parlamentarios en el Congreso, en una controvertida sesión que sacó adelante una enmienda pactada por ambas formaciones.

Un texto que, en la práctica, permitirá, por ejemplo, que Florentino Pérez culmine su entrada en el órgano de gobierno de Iberdrola. O al menos lo intente con más fuerza, puesto que aún queda tiempo para que se pueda acoger a este soporte legal. El texto, que reforma la Ley de Sociedades Anónimas, salió adelante entre fuertes críticas -sobre todo del PNV, que votó en contra junto a ERC-IU-ICV- y después de la abstención del PP y CC. La tramitación continuará después en el Senado, donde no se espera que sufra grandes alteraciones.

La enmienda PSOE-CiU concede un año de transición para su entrada en vigor una vez publicada la ley en el Boletín Oficial del Estado, gracias a la condición impuesta por los catalanes. Tiempo que deberán utilizar las cotizadas que cuentan con limitaciones de voto para eliminar sus blindajes. Son muchas las que tienen este tipo de mecanismos. Entre ellas, los bancos Sabadell, Guipuzcoano y Popular, Iberdrola, Repsol, Telefónica o NH hoteles.

Larga espera

Pero Florentino Pérez ha esperado mucho para intentar hacer valer su 12% en la eléctrica (ACS aún no está sentada en el consejo de Iberdrola), y seguro que no le importa aguardar un poco más. Los grupos parlamentarios calculan que el texto será plenamente eficaz antes del verano de 2011. Un pequeño balón de oxígeno para Iberdrola, que podrá celebrar, en teoría sin complicaciones, una nueva junta general ordinaria de accionistas en 2011 sin necesidad de romper sus actuales estatutos.

«Estaba en el programa electoral del PSOE», se hartó de repetir en el Congreso la portavoz socialista, Marta Gastón. Así se refería a la controvertida enmienda, presentada in extremis el último día hábil por su grupo y 'reformada' después tras pactar con Convergencia.

En principio, el PSOE buscaba la eliminación inmediata de los blindajes. Pero CiU le llevó a su terreno y logró salvar de la quema a las empresas familiares, para ceñir la restricción al campo de las cotizadas, e instaurar también ese año de gracia. Las compañías que quieran salir a Bolsa una vez en marcha el nuevo régimen y tengan blindajes también dispondrán de 12 meses para adaptarse. La urgencia en la tramitación y la falta de un análisis o exposición pública previos es lo que más ampollas ha levantado. No son pocos, Pedro Azpiazu (portavoz del PNV en la comisión) el primero, los que calificaron el cambio propuesto como la 'enmienda Florentino' o la 'enmienda del ladrillo'. No hay que olvidar que otro de los eventuales beneficiados es Sacyr Vallehermoso, que cuenta con un 20% en Repsol que, a su vez, limita el derecho de voto al 10%, como Iberdrola. El PSOE rechazó que la enmienda «tenga nombre o apellido», y afirmó que se presentó «como una más». Tanto Gastón, quien reconoció que desconocía el pacto entre Zapatero y Durán i Lleida, como Sánchez Llibre se comprometieron a que no haya cambios en el Senado.

Quien tampoco se mordió la lengua fue Azpiazu, que dejó claro que el paso dado en el Congreso beneficia directamente a ACS y a su presidente, y deja en difícil situación a Iberdrola. El nacionalista vasco acusó al PSOE de «retorcer la realidad» para imponer «algo que era malo en su concepción original y sigue siendo malo para los intereses de Euskadi y su peso económico en el conjunto de España». A su juicio, la eliminación de los blindajes «pone en peligro a los accionistas minoritarios» de la eléctrica. Es más, añadió, abre la puerta a la salida de Bilbao de la sede de Iberdrola.