Frenar a Xavi, objetivo madridista el próximo sábado en el Bernabéu

El Real Madrid se ha propuesto un reto de altura para el decisivo derbi del sábado: frenar a Xavi. Además de Messi, el organizador del Barça es el jugador más temido por el madridismo, y así lo reconoció ayer Casillas, amigo y admirador del torrente de fútbol que genera el centrocampista catalán. Xabi Alonso consiguió anular a Xavi hace poco más de cuatro meses en el Camp Nou en la primera vuelta, pero aun así el Real Madrid tuvo que rendirse a la superioridad del Barcelona.

Xavi es la brújula de los dos equipos más brillantes del planeta, el Barça y la selección española, y anular al campeón de Europa es el primer mandamiento que pretende cumplir el Madrid para tener posibilidades de éxito en el Bernabéu. «Xavi es un jugador fantástico. Cuando él maneja bien la pelota, da mucho al Barcelona. Mi favorito es él», sentenció el propio Iker Casillas.

Hace casi un año Xavi fue el timón perfecto que dirigió la apisonadora del 2-6 del Bernabéu, con Messi como falso delantero centro. Gago y Lass se vieron entonces desbordados. En esta ocasión, para intentar apagar la luz del Barça, le tocará de nuevo bregar a Xabi Alonso, con la compañía de Gago, o de Diarra, la única duda que parece tener Manuel Pellegrini, ya que el chileno apostará para el once por Marcelo como interior izquierdo y Van der Vaart para la media punta.

De forma sorprendente, Casillas deseó que al Madrid le salga ante el Barça un partido como el del Almería, del que muy pocos se acuerdan y en el que los blancos protagonizaron una de sus épicas remontadas (4-2). «Ojalá nos saliesen aquellos primeros 45 minutos, y también los segundos, del Almería», apuntó ayer el guardameta del Real Madrid.

Kaká y su complicada lesión

A falta de ocho jornadas para el final de la Liga, por lo que estima que el clásico «no será decisivo», Casillas ya no ve al Barça por el retrovisor. «Ahora los retrovisores los tengo rotos. No puedo ver nada», respondió irónicamente, pero con resignación.

También quiso suavizar la situación de Kaká después de que Valdano haya presionado a Pellegrini para que ponga al brasileño contra el Barça. «Es un hombre de vestuario, de equipo», puntualizó Casillas sobre Kaká, que ayer tampoco pudo entrenarse debido a sus dolencias físicas.