Rescatan a una familia que hacía senderismo en una gruta de Jimena
El matrimonio y sus dos hijos, menores de edad, se perdieron en la zona conocida como la Garganta del Gran Capitán
CÁDIZ. Actualizado: GuardarAl verse solos en la espesura, sin poder orientarse, mientras se acercaba la noche, los miembros de la familia perdida este fin de semana en el parque natural de Los Alcornocales sintieron auténtico «pánico». Por suerte el teléfono móvil que llevaba encima el cabeza de esta familia, formada por un matrimonio y dos hijos menores de edad, les sirvió de salvavidas, con el que lograron comunicarse al menos con la Guardia Civil para dar la voz de alarma, pero la desorientación y el miedo apenas les impedía dar cuenta del lugar donde se encontraban. Acertaron a explicar, eso sí, que se habían extraviado mientras practicaban senderismo por la llamada Garganta del Gran Capitán.
Esta gruta está situada en el parque natural de los Alcornocales, en el término municipal de Jimena de la Frontera. La cueva -llamativa por sus cataratas y escarpadas rocas, en las que según la leyenda se esconde un tesoro- es frecuentada y conocida por los senderistas de la zona, como parte de diversas rutas naturales. Sin embargo, la dificultad de este tipo de caminos, característicos por sus desniveles y por ser accesibles sólo a pie, hacen de este tipo de rutas poco recomendables para quienes no estén acostumbrados al deporte del senderismo o quienes no vayan con sistemas de localización.
Fueron los propios miembros de la familia quienes dieron la voz de alerta a la Guardia Civil de su desaparición, a través del teléfono móvil, según indicó ayer la Comandancia de Algeciras en una nota de prensa. Concretamente fue padre quien hizo la llamada de auxilio.
Inmediatamente se organizó un dispositivo de rastreo por la zona, recorriendo los pasos que pudieron haber dado los miembros de esta familia antes de perderse. El teléfono se convirtió en el cordón umbilical por el que los desaparecidos se mantuvieron en contacto con el guardia civil que se mantuvo en el puesto destacado de Jimena.
Anduvieron siete kilómetros
El móvil no sólo les sirvió para que les infundieran ánimo, sino también para que ellos pudieran comunicar por donde habían pasado o transmitir alguna referencia de donde se encontraban, que eran transmitida a los agentes distribuidos por la zona. De hecho, gracias a estas indicaciones, los agentes pudieron seguir la pista del matrimonio y los dos hijos, que habían llegado a descender más de 1.500 metros por una ladera y se habían alejado hasta siete kilómetros del coche en el que habían llegado hasta la zona.
Los gritos de los dos menores fueron finalmente los que permitieron localizarlos en medio de la espesura del parque, donde la vegetación y la arboleda los había desorientado. Por suerte, ninguno de los miembros de la familia presentaban heridas, ni problemas de hidratación, más allá de un estado de 'shock' que poco a poco se fue apaciguado, ya que el rescate se produjo en la misma jornada en que se perdieron. Los cuatro senderistas fueron acompañados por los efectivos de la Benemérita a su coche particular, en el que pudieron volver a sus casas, sanos y salvos.