La noche más larga

La negociación para llevar a cabo la profunda remodelación en el equipo de la alcaldesa será recordada por muchos. Como encuentro previo a la maratoniana reunión de más de cuatro horas que tuvo lugar ayer con los concejales, Pilar Sánchez se reunió el día anterior con un grupo de sus colaboradores más cercanos para informarles de los cambios que pretendía a llevar a cabo.

Más de un curioso vio salir el domingo del grupo municipal socialista, en la calle Consistorio, a la alcaldesa acompañada de caras bien conocidas. La sorpresa es que eran más de las doce de la noche.

Entre los asistentes a la reunión estaba su marido Juan Carlos Jiménez, ex jefe de gabinete de la alcaldesa desde que la semana pasada anunciara su renuncia. Su presencia, de hecho, sorprendió a más de uno, que se preguntaba si acudía ya en calidad de escolta.

Triste noticia

Un encuentro que por cierto no fue nada fácil y en el que la regidora tuvo que comunicar una de las noticias más tristes de su mandato. Parecía que nada ni nadie iban a parar a Pilar Sánchez en su intención de realizar un severo recorte en su número de asesores para limpiar su imagen a un año de las elecciones municipales.

Así tuvo que dar cuenta de que prescindía de la mayor parte de sus cargos de confianza, algo que por otra parte era bastante esperado desde el mismo día en que anunció una reducción «notable». Sin embargo, al día siguiente la cosa no quedaba tan clara y, para sorpresa de muchos, la munícipe aplazaba la decisión

Los nervios y la tensión continuaron el lunes. Primero, se les había convocado para las 9.30 horas de la mañana, justo después de la sesión extraordinaria de pleno para pedir ayuda el Estado, pero la indisposición de la alcaldesa obligó a suspender el acto y aplazarlo a las 16.30 horas de la tarde.

La expectación se mantuvo prácticamente hasta el final en una sesión que duró varias horas. Más de un concejal crítico temía un ajuste de cuentas y, sin embargo, lo que se avecinaba sólo estaba en la cabeza de la alcaldesa. Otra larga tarde de cuchillos largos tras una semana que ha sido de pasión para muchos.

Desde que se anunciara la puesta en marcha del Plan de Viabilidad y se haya hablado incluso de una profunda remodelación del equipo de gobierno, el ambiente municipal se ha enrarecido en gran parte.

Algo que no hace sino crecer ante la dificultad para pagar nóminas y el agujero de las arcas municipales, que obliga a tomar decisiones a la carrera y hace todavía más patente la coyuntura tan complicada por la que se está atravesando en estos momentos. Asesores y concejales se preguntan, por ello, a quién le tocará pagar el pato de esta enorme crisis.