ESPAÑA

Los etarras de Venezuela piden a Hugo Chávez que no colabore con España

El colectivo de refugiados de ETA acusa a Rodríguez Zapatero de iniciar «una caza de brujas»

MADRID. Actualizado: Guardar
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La colonia de miembros de ETA en Venezuela ha solicitado al presidente Hugo Chávez que desoiga los requerimientos de la Justicia española, que ha solicitado la detención y extradición de seis terroristas que residen en ese país caribeño y en Cuba. El llamado Colectivo de Refugiados y Deportados de ETA emitió ayer un comunicado para pedir al Ejecutivo de Caracas que no se sume a «la caza de brujas» desatada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pocas horas después de que las autoridades venezolanas reclamaran al Gobierno español información adicional sobre los etarras que viven en su país, un gesto que se interpretó como una muestra de voluntad para cooperar, la colonia de miembros y ex miembros de ETA pidió al Ejecutivo de Chávez que no se preste a la operación «represiva» ni a la campaña «mediático-policial» desatada, a su juicio, desde España. El colectivo sostiene que el objetivo de esta maniobra es doble: generar una corriente de opinión internacional «contra» el Gobierno de Venezuela y situar a «compañeros nuestros en el punto de mira represivo» para justificar en el futuro actuaciones represivas.

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco dictó en febrero un auto en el que sostuvo que había indicios de cooperación entre los miembros de ETA residentes en Venezuela y las FARC colombianas con la connivencia de algunas autoridades venezolanas. Velasco solicitó después al Gobierno de Zapatero que tramitara órdenes de detención y extradición contra seis etarras y otros seis miembros de las FARC. El Ejecutivo de Chávez negó tener la menor relación con estos terroristas y recordó que si alguno residía en su país era por los acuerdos firmados a finales de los años ochenta por Felipe González y Carlos Andrés Pérez.

Extradición

El Gobierno de Chávez siempre ha sido renuente a las peticiones de extradición formuladas desde Madrid y ha ignorado o rechazado las solicitudes de entrega de media docena de miembros de ETA, aunque en 2002 accedió a la extradición de un par de terroristas a España. En esta ocasión, portavoces del Ejecutivo bolivariano indicaron que si se prueba que etarras en activo están en su país tomarán medidas para atender a las peticiones de España.

El colectivo de refugiados reprende en su comunicado a los medios de comunicación venezolanos por «dar por buena» la información procedente de España sobre sus actividades con lo que se han convertido en «correa de transmisión» de una de las operaciones «mediático-represivas más duras» de «los últimos 20 años». También denuncia los intentos de la Policía española de obtener información de las fuerzas de seguridad venezolanas sobre las actividades de los etarras en el país, pero la tentativa fue un «fracaso».

La colonia etarra sitúa en esta campaña de hostigamiento la decisión del Gobierno de Venezuela de expulsar la semana pasada a Francia al representante de la izquierda 'abertzale' Walter Wendellin, quien llegó a Caracas procedente de México para difundir los últimos documentos políticos de los herederos de la ilegalizada Batasuna. El Ejecutivo de Chávez, agrega la nota, en vez de cooperar con el Gobierno de Zapatero debería formar parte del grupo de mediadores internacionales para buscar una salida «al conflicto», que según ETA, se vive en Euskadi.