Michael Schumacher se ofusca en su vuelta a la competición
Siempre superado por su compañero Nico Rosberg, el veterano piloto germano no termina de disfrutar en su regreso a los circuitos
KUALA LUMPUR (MALASIA). Actualizado: GuardarPara encontrar a Michael Schumacher en la cuenta de resultados del Mundial de Fórmula 1 hay que bucear entre Adrián Sutil y Tonio Liuzzi, los Force India que se han soltado la melena. Hay que bracear por la mitad de la tabla, donde pelea desde la décima posición más cerca de Barrichello y Alguersuari que del escalafón dominante (Massa, Alonso, Vettel y demás). El siete veces campeón no disfruta en su vuelta a los ruedos.
El último episodio en Malasia del 'trata de arrancarlo' de Schumi le ha ofuscado de veras. Como si un cenizo le hubiera largado el peor de sus augurios, el teutón perdió una tuerca de su rueda trasera izquierda y el punto de apoyo quedó colgando del vacío. Abandonó cuando era sexto, conducía sin presión excesiva y podía declararse satisfecho por una buena salida desde la octava plaza de la parrilla.
«El coche era completamente inmanejable. No podía girar el volante y mucho menos hacia la izquierda», describió el piloto de Mercedes por un incidente poco habitual, -«que ya me hubiera gustado se produjese en los ensayos de invierno»-, se lamentó.
Así que Michael Schumacher registró el primer rosco de la temporada. Un guarismo que inclina su escalera hacia abajo. Comenzó con un sexto puesto en Bahréin (ocho puntos), por detrás de todos los primeros espadas salvo Button, y continuó con una décima plaza (un punto) en Australia después de perseguir durante treinta vueltas a Jaime Alguersuari.
En Malasia, un cero achacable a la mala suerte. «Evidentemente, quería terminar la carrera y pensé que lo podía hacer sin problemas. Pero así es el automovilismo, lo conozco bien. No puedo enervarme por ello. Forma parte del juego», relativizó.
Aunque probablemente lo que más le pesa son los resultados de su compañero, el que conduce el mismo Mercedes que él. Nico Rosberg suma 26 puntos más que él. Ha acabado quinto, en dos ocasiones, y tercero en tres grandes premios. Demasiado lejos para quien un día gobernó la Fórmula 1 con guante de hierro. «Estoy feliz por Nico», aseguró lacónico.
En Malasia volvió el mentón alto, el cuello erguido de un tipo orgulloso que ha cumplido 41 años y todos sus sueños. «Ya sé que la gente se dedica a hablar sobre mis resultados. Pero lo estamos haciendo lo mejor que podemos. Me encanta satisfacer a todo el mundo, pero sobre todo a mí mismo».
Resignado con sus medios
Y, como siempre, inevitable, invariable, común a todos los pilotos de la F-1, la puya cuando los resultados no llegan. «Lo estoy haciendo lo mejor que puedo con los medios que me han entregado. Ya sé que mi opinión es diferente a la de algunos periodistas, pero cada uno es libre para expresar su parecer. Yo estoy feliz».
Michael Schumacher es el hombre de todos los récords en la Fórmula Uno. Ha ganado siete títulos mundiales (1994, 1995, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004) en 16 temporadas, de 1991 a 2006, 91 grandes premios, 68 'poles' y un total de 1.369 puntos. Ha vuelto este año a la competición con Mercedes y su inseparable Ross Brawn después de un misterioso no-regreso a Ferrari el pasado verano para sustituir al accidentado Felipe Massa.