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Kaká, el objeto de la polémica

Jorge Valdano presiona a Manuel Pellegrini para que el brasileño sea titular el sábadoEl dirigente asegura que el sudamericano «debe jugar» contra el Barça si está en condiciones, pero el chileno piensa en repetir con Van der Vaart

MADRID. Actualizado: Guardar
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A cinco días del derbi que decidirá la Liga, Jorge Valdano decidió presionar a Manuel Pellegrini con Kaká, aunque el técnico chileno piensa en repetir con Van der Vaart en el equipo titular que se enfrentará el sábado al Barça en el Santiago Bernabéu. Víctima de una contractura muscular, el discutido Kaká lleva casi un mes alejado de los terrenos de juego y durante ese período el Madrid ha sumado cinco victorias, ha mantenido el pulso con el Barcelona y camina a ritmo de récords de goles y puntos, aunque la realidad matemática (un solo tanto en el 'goal average' general) no refleje la enorme diferencia de fútbol entre ambos equipos. «Si Kaká está en condiciones, debe jugar. Es un problema médico y esperemos que el sábado sólo sea un problema técnico», sentenció ayer Jorge Valdano en referencia al tercer fichaje más caro de la historia del fútbol (65 millones de euros) que no sólo ha perdido crédito entre la afición, sino también en el vestuario blanco.

Kaká, además de participar en un polémico anuncio cuando estaba lesionado, desapareció de la escena tras el fracaso europeo ante el Olympique de Lyon y se ha quedado sin aliados dentro de la plantilla. Sin embargo, pese a que no se ha acoplado al equipo y está muy lejos del nivel exigible para su calidad, goza del favor de los despachos. Consciente de que con Kaká hay mucho dinero en liza, los dirigentes pretenden que el brasileño juegue casi por decreto. Valdano sabe que Kaká no está para jugar 90 minutos después de tanto tiempo fuera, pero de momento ya se ha encargado de mandar un recado y lanzar el guante a un entrenador que se plantea alinear de nuevo en la media punta a Van der Vaart por delante de un trío de medios formado, probablemente, por Xabi Alonso, Gago o Diarra, y Marcelo en la banda izquierda.

Con seguridad Kaká estará para reaparecer el sábado, pero para ocupar un puesto en el banquillo, donde, salvo sorpresa, también se sentará Guti. Por mucho que el canterano fuese el mejor de su equipo en el primer tiempo contra el Olympique, Pellegrini está convencido, como la mayoría del madridismo, de que cuando mejor rendimiento se le puede sacar a Guti es en los últimos minutos de las segundas partes, cuando el madrileño suele convertirse en faro del equipo si éste está atascado. En el caso de Kaká, su alineación desde el principio supondría plegarse al mandato de la parte noble del club y romper una idea que le ha llevado a pensar en que es posible dar el golpe al Barça, escudándose en las estadísticas, en la pegada de Cristiano e Higuaín que le permite sobrevivir, y en que ahora su equipo es mucho más sólido atrás.

Remontada obligada

Pellegrini prefiere la contención al juego ofensivo, ya cedió a las exigencias externas que le obligaron a alinear a los 'jugones' en la vuelta ante el Olympique (Guti, Granero y Kaká) y, por su falta de gol en el primer tiempo y el repaso que dieron los franceses al Madrid tras el descanso, se produjo la debacle. Ahora, la amenaza es que el Barça del toque reviente el globo como ocurrió la pasada temporada, cuando los azulgrana acabaron con la racha del equipo de Juande Ramos y colocaron a los blancos en su sitio. Para intentar evitarlo, Pellegrini no arriesgará con Marcelo atrás como lateral izquierdo, sino que apostará por su defensa teóricamente más fiable, con Sergio Ramos en el lateral derecho, Albiol y Garay en el centro y Arbeloa en la zurda.

Con Marcelo de interior y Van der Vaart de enganche aprovechando la larga ausencia anterior de Kaká por su pubalgia, Pellegrini consiguió enlazar sus piezas y el Madrid ganó en profundidad, pese a no disponer en el medio campo del talento, el despliegue, la movilidad y la clarividencia de Xavi e Iniesta. Ahí radica una de las claves de la tremenda distancia entre un equipo unido al balón que sabe a lo que juega y es fiel a un estilo y otro que, a falta de buen fútbol, es líder, ante todo, por su eficacia goleadora y por su fe.

Su objetivo inmediato es remontar el 1-0 del Camp Nou para apuntarse el 'goal average' particular con respecto al Barça. Precisamente, el mismo resultado que necesitaba para eliminar al Olympique de Lyon. En juego está todo un proyecto.