El autor, que reside en El Puerto, está a punto de lanzar un nuevo libro dedicado a la figura de Sabina, casada con Adriano. :: B. S.
ENTREVISTA

«Los hombres se encargan de borrar a las mujeres que hacen historia»

El autor presenta, después de un 'Siglo de copla', la historia ambientada en Gades de la emperatriz Sabina, esposa del «terrorífico» Adriano Manuel Francisco Reina Escritor

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La juventud es el albergue del espíritu combativo. La época de las reivindicaciones, las miles de preguntas y el ímpetu por hacer justicia. Manuel Francisco Reina (Jerez, 1974), las tiene intactas. Por años y profesión, por maestros y futuros aprendices, conserva las ganas por poner a cada uno en su lugar. Personajes o cosas. En su justa importancia. Lo hizo con la copla, 'En un siglo de copla' (Ediciones B, 2009) y lo ha vuelto a reflejar en su novela sobre la vida (ambientada en Gades) de Sabina, esposa del caudillo romano Adriano. Hoy sale a la venta 'La emperatriz amarga' y avisa: «servirá para desmitificar figuras que teníamos en un pedestal».

-¿Cómo surgió la idea de hacer un libro sobre la copla del último siglo?

-Fue a raíz de la elaboración de un documental, 'La España de la Copla: 1908'. En él se analizaba el género desde esa fecha tan simbólica. En 1908 nacieron Rafael de León, Concha Piquer, Miguel de Molina y Angelillo. Estos personajes encarnan lo que va a suponer la copla durante todo el siglo.

-Y, ¿qué descubrió de ese estudio?

-Algo que ya sabía, tratamos de hacer ver que la copla se consolidó musicalmente durante el siglo XX, pero que era ya un artificio literario desde mucho antes. El padre de los Machado, Demófilo, o el propio Federico García Lorca fueron autores de coplas.

-No todo el mundo lo sabe, lo del género literario.

-Ya, porque se ha ocultado intencionadamente. Se piensa que la copla es algo hortera, casposo y relacionado con el Franquismo. ¡Si la mayoría las cantaban los republicanos! Además muchas coplas fueron censuradas por el nacionalcatolicismo. Rafael de León compuso 'Ojos verdes' después de un recital de Federico García Lorca en el Café de Oriente. La copla es un producto cultural que abarca la última etapa de la literatura española.

-Escribe letras para Clara Montes, que precisamente tiene un disco homenaje a la copla.

-Sí, un homenaje a Rafael de León. Aunque la Academia sea miope, Rafael de León es un poeta más de la Generación del 27. Era como Lope de Vega, tenía la literatura, la métrica metida en la cabeza y compuso miles de letras.

-Parece que poco a poco, la copla se va despojando de esa halo 'casposo'.

-Sí, pero todavía queda. Hay muchos detractores aún. Los primeros que se dieron cuenta de la imagen errónea que caía sobre la copla fueron Carlos Cano, Martirio y Pedro Almodóvar. Paco de Lucía o el mismo Joan Manuel Serrat no han dudado en reconocer que la copla forma parte de su educación sentimental y musical. Gracias a todos ellos, ahora hay cantantes tan importantes como Clara Montes, Diana Navarro o Miguel Poveda.

-En su próxima obra, 'La emperatriz amarga', también se muestra muy reivindicativo, pero se trata de una historia totalmente diferente.

-Cuento la historia de la emperatriz Sabina, prima y esposa de Adriano. La obra empieza en Gades y sirve para sacar a la luz a aquellas mujeres de la época clásica que tanto hicieron por la dinastía romana.

-Una historia amarga, la de una mujer a priori privilegiada.

-Adriano era un hombre terrorífico. El libro también trata de desmitificarlo, así como la idea de que la mujer ha de ser el soporte del hombre. Lo cierto es que hay mujeres a lo largo de la humanidad que fueron decisivas para la historia, pero que los hombres se encargaron de borrar su importancia.

-¿También en la actualidad?

-Hemos avanzado muy poco. La ley acompaña, eso sí, pero seguimos viviendo en una sociedad patriarcal que sigue imponiendo que la mejor posición de la mujer es estar al servicio del hombre.

-Obtuvo el premio Aljabibe con una obra de otra temática totalmente distinta. Su juventud y su versatilidad es digna de destacar.

-Con 'Las liturgias del caos' (poesía), traté de reflejar el desconcierto que produce ir buscando y encontrar el caos. Es muy contemporáneo, se tiende al conservadurismo porque ha costado mucho dar pasos adelante para ahora darlos hacia atrás. Darse de bruces con esa realidad produce mucho desasosiego.

-Utiliza la escritura como desahogo, entonces.

-Soy muy orteguiano. Escribo para reivindicar, creo que debo escribir de acorde a la época que me ha tocado vivir. Me gusta que de mis obras se pueda extraer una enseñanza moral, no el sentido religioso, sino en el filosófico clásico. Escribir sobre algo que sea constructivo.