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Los policías culminaron el viernes una segunda jornada de huelga con otros 50 agentes de baja
El Ayuntamiento insiste en que se investigarán las multas por «si ha habido abuso de poder», y el SIP augura ya una «primavera calentita»
Actualizado: GuardarPese a las amenazas de que habrá consecuencias administrativas y pese a que la jornada del Viernes Santo es otra de las más críticas del año por la importante aglomeración de personas que se concentran para disfrutar de las procesiones, la plantilla de la Policía Local de Jerez cumplió el guión que el Sindicato Independiente de la Policía (SIP) tenía previsto para sus movilizaciones. Eso se tradujo no sólo en que buena parte de los agentes continuaron con su huelga de celo, por lo que las multas siguieron cayendo a destajo, sino también en que más de la mitad de los funcionarios que debían trabajar ese día para cubrir el operativo se dieron de baja.
Así lo confirmó ayer la delegada de Seguridad y Movilidad, María del Carmen Martínez, que cifró en 50 el número de los policías locales que argumentaron una enfermedad durante el turno de tarde del viernes (al que estaban adscritos alrededor de 90) y no acudieron a trabajar, una situación prácticamente idéntica a la del jueves, cuando presentaron baja 53 de los 91 policías activos esa tarde.
Fue ese turno de la tarde el que concentró el grueso de unas protestas que en ningún momento han sido reconocidas por los sindicatos, ya que el cuerpo de la Policía Local no tiene derecho a huelga. Eso sí, también la madrugada del viernes se tuvo que sacar adelante con menos personal del previsto, aunque en este caso acudieron a trabajar 40 de los 60 agentes previstos.
Pese a esta circunstancia y a la «grave actitud demostrada por los agentes», Martínez destacó ayer que durante las dos jornadas en las que los policías llevaron a cabo las protestas hubo «una total ausencia de incidentes», algo que la concejala achacó «al sobreesfuerzo realizado por los agentes que sí han cumplido con su obligación y se presentaron a trabajar; a la enorme colaboración prestada por la Policía Nacional durante todo el operativo, en particular en esos días críticos; y a la responsabilidad de los ciudadanos, que han tenido un comportamiento ejemplar».
Sea como fuere, Martínez dejó claro ayer que el Ayuntamiento va a estudiar cómo se han llevado a cabo las bajas de los agentes y si en cualquier momento se ha cometido alguna práctica prohibida. Por contra, y a la hora de justificar el aluvión de ausencias por enfermedad, desde el SIP alegan que los agentes están sometidos a muchas tensiones, que se han agravado durante estos días.
Lo cierto es que la lluvia de partes médicos de tantos agentes no ha cogido a nadie por sorpresa, ya que pese a que el SIP lo ha negado en todo momento diversas fuentes aseguran que habían propuesto a sus afiliados que se realizara esta protesta, y que incluso se han repartido durante la semana panfletos que especificaban el protocolo a seguir para que la baja cumpliera con la legalidad.
También es patente el disgusto del equipo de gobierno con la campaña de multas emprendida por los agentes durante su huelga de celo. De ahí que aunque desde el SIP han alegado que sólo están actuando en cumplimiento de lo que establece la ley, la delegada de Seguridad haya apuntado que «los servicios jurídicos están ya estudiando todo y si se ha producido un abuso de poder, que es lo que pensamos». «Actuaremos hasta donde nos permita la ley», añadió Martínez al respecto.
Lo cierto es que, tal como ha podido saber este medio por diversas fuentes, las sanciones impuestas en estos últimos días aún no se han enviado al servicio de recaudación de la Diputación de Cádiz hasta que se estudie su legalidad, tal como el mismo equipo de gobierno ya había anunciado al inicio de esta huelga de celo de la Policía Local.
En esta tesitura, la semana que empieza lo hace en el peor de los escenarios posibles, ya que desde el Ayuntamiento han dejado claro -ayer lo reiteró la delegada- que «el preacuerdo lo rompió el SIP, porque la alcaldesa (Pilar Sánchez) había dado su visto bueno y así lo refrendó públicamente», mientras que el sindicato habla de continuos engaños y promesas incumplidas por parte del gobierno local.
A partir del lunes el SIP hará balance de las protestas, aunque consideran que la huelga de celo es la medida más efectiva. Además, no ocultan que si no hay acuerdo a la ciudad, que debe celebrar el Mundial de Motociclismo y la Feria, le espera una «primavera calentita».