Los asistentes contemplaron, desde la arena, las diferentes intervenciones. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Mucho ruido y muy poca mortadela

La cita contra el 'megaproyecto hotelero' de El Palmar no supera las expectativas creadasLos organizadores hablan de un millar de firmas recogidas al final de la jornada y de la presencia de 1.800 personas sobre la arena

VEJER. Actualizado: Guardar
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La mortadela, manjar proletario, se convirtió en el plato estrella del menú del día en la acción desarrollada ayer, por la Plataforma contra el 'megaproyecto hotelero' de El Palmar (PELP!), en plena playa. «No estoy dispuesto a dejar El Palmar para los del bocadillo de mortadela». Esas palabras del alcalde vejeriego, Antonio Jesús Verdú, impresas para la ocasión en una pancarta, fueron el germen de la original protesta.

A pie de playa hierve el tenderete de recogida de firmas. Hasta 1.098 se recopilaron al final de la jornada. Por allí se deja ver gente variopinta, desde Ecologistas en Acción a las Brigadas Amarillas, pasando por Izquierda Anticapitalista. En momentos punta se concentraron, según los organizadores, 1.800 personas sobre la arena.

Carril adentro se llega hasta Nabú, un alojamiento rural en el que recibe Antonio Morales, uno de los portavoces de la plataforma. Hace unos días ha tenido un rifirrafe en la Cadena Ser con su tocayo, el primer edil vejeriego. El Antonio de PELP! habla de un movimiento espontáneo, que en cuatro meses ha sido capaz de aglutinar a miles y miles de personas.

«Los políticos nos llaman ingenuos, pero en realidad nos estamos adelantando», opone este defensor de El Palmar llegado desde Madrid. A cambio, no considera justo que el Consistorio vejeriego les tenga «abandonados», según advierten en el texto y él de su propia voz.

La plataforma pretende «huir» del resort que las autoridades tienen planteado edificar, porque entienden que podría modificar «esa obra de arte de la propia naturaleza». Los afines a PELP! rebaten, con varios «noes», los argumentos de Verdú: «No queremos ningún macrocomplejo, no es un 'no' infantil, no es un 'no' inmovilista ni es un 'no' contra el progreso y el desarrollo», despliegan su lista a la contra.

Ellos están a favor de «un turismo innovador verdaderamente sostenible», basado en la variante rural y ecológica, en pequeños establecimientos «con encanto» y en el mantenimiento de los negocios familiares que ahora se despliegan.

A la red, en tres idiomas

Uno de los elementos novedosos de este movimiento es la utilización de la 'tecnología 2.0'. Miles de internautas apoyan la iniciativa a través de los dos canales principales abiertos en Facebook. El alemán Jürgen Polanski (ya le viene por el apellido) se encarga, junto a otro compañero, de ir recogiendo en vídeo lo que luego lanzará por YouTube. En español, inglés y alemán, para que todos se enteren.

Vuelta a la arena. Las intervenciones sobre el escenario de piedra arrancan con una 'performance'. Los primeros en encaramarse a este tablao de cemento fueron el trío Ultracongelados, que hasta habían creado una canción ex profeso para la jornada reivindicativa.

La sorpresa provino de la presencia de Miguel Ángel Silvestre, 'El Duque' de la serie televisiva para casi todos. Llegó corriendo, pensando que el tiempo se le echaba encima, aunque luego palpó que aquí, en El Palmar, todo va más lento. A Silvestre le habían comentado, la noche anterior, la filosofía de la protesta, y se sintió tan implicado que hasta improvisó a mano una cuartilla. Otros famosos como Willy Toledo, Melanie Olivares o Carmen Machi (protagonista de 'Aída') también habían anunciado su presencia en la cita.

Fuera de los focos, vecinos como Miguel Lobón se decidió también a proclamar su mensaje. Él llegaba del campo de Conil, y traía un texto preparado «sobre la confianza», aunque al final descartó leerlo. Lo colgará en Internet. «Voy a improvisar, a dirigirme a la gente de El Palmar», avanzaba antes de dar el paso. Pero descubre una carta: «Aquí en El Palmar hay mucho miedo», salpica de manera críptica.