Clemente Ruiz, el principal acusado, en uno de sus traslados a los juzgados. :: LA VOZ
SAN FERNANDO

«Soy inocente y no han encontrado pruebas de que yo tenga ese dinero»

Clemente Ruiz, imputado por el desfalco millonario, volvió a solicitar ayer su puesta en libertad

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Clemente Ruiz, ingresó en prisión preventiva el 3 de noviembre de 2009. Este funcionario municipal que pasó los últimos 25 años trabajando como cajero de la delegación municipal de Economía y Hacienda sigue manifestando su inocencia. Ya sin fuerzas. Los días tras las rejas han hecho mella tanto en su aspecto -está más delgado, con pelo largo y barba- además de en su estado emocional. «Soy inocente y no han encontrado pruebas de que yo tenga ese dinero», le decía ayer el imputado a su abogado, Ignacio Quintana. Tres horas de conversación en la prisión de Puerto II en la que se entrelazó el oficio de letrado, con el de compañero y psicólogo. «Esta muy afectado sobre todo por su hijo discapacitado del que ahora en el verano se tendrá que ocupar sola su mujer».

Ignacio le escuchó pero también le trajo nuevas noticias. «El trámite está hecho». Por la mañana su abogado defensor había vuelto a presentar en el Juzgado número 2 de San Fernando la solicitud de libertad. «Estoy convencido de la inocencia de mi cliente y de que no tiene sentido que si se estuviese llevando dinero nadie se diese cuenta ni sepan de su paradero».

Para poder apoyar esta petición de libertad, Quintana pidió también una tanda de pruebas que serán estudiadas posteriormente. Entre ellas, los arqueos ordinarios desde el año 2002 al 2009, la relación de cheques con destino a Caja o la declaración de algunos testigos.

Mientras, continúa esta espera que puedan cambiar su situación la otra imputada, María José Lebreros, no se ha visto envuelta en toda esta vorágine y sólo espera el juicio para recuperar su puesto, que no será hasta 2011. Por su parte, los marroquíes recuperaron sus pasaportes y ahora, pedirán que se les devuelvan los efectos personales que se les requisaron en los registros.