El objetivo, a un paso

El Sporting puede formalizar el domingo ante el Xerez su inscripción para competir la próxima temporada en Primera. Dependerá de lo que consiga hacer en El Molinón ante los pupilos de Gorosito, que han despertado justo a tiempo para reivindicar su permanencia en la categoría y para meter el miedo en el cuerpo a los clubes que no quieren despeñarse por el abismo de Segunda. 39 puntos, el anhelo de Preciado y su 'troupe', no garantizan la salvación matemática -los rojiblancos mantienen su ventaja de once puntos-, pero casi lo hacen de manera virtual porque los caprichos del destino han deparado una jornada que podría resultar muy propicia.

El Zaragoza, el primer equipo que nota el gélido aliento del descenso en el cogote, se medirá el sábado al Málaga en La Romareda en un encuentro en el que uno de los dos puede salir malherido con una hipotética derrota. Bastante más complicado, al menos sobre el papel, lo tiene el Tenerife en el Sánchez Pizjuán. El Sevilla ni puede ni quiere permitirse más tropiezos. Un día después, el domingo, con los dos ojos en el césped y la oreja pegada al transistor, el sportinguismo insuflará ánimos a sus protegidos desde la grada de El Molinón, mientras, en otros puntos de la geografía española, el Valladolid se medirá al Villarreal y el Racing recibirá al Real Madrid.

El vestuario del Sporting huye de las presiones del exterior y no quiere asumir el encuentro del domingo como algo decisivo, aunque algunos, como Mate Bilic, no ocultan la importancia que tendría una victoria ante el Xerez, que, por otra parte, cortaría de raíz la dosis de oxígeno que ha cogido la plantilla de Gorosito en las últimas jornadas: «Creo que la salvación puede estar en 39 y el domingo podemos dar un paso definitivo, pero tampoco es el encuentro del año porque quedarían ocho jornadas». Eso sí, el croata dejaba entrever el valor que tiene la contienda al recordar que «esperamos que la afición nos ayude porque va a ser muy duro. Ellos se juegan la vida y nosotros debemos de tener paciencia, pero estoy convencido de que vamos a ganar».

Mientras, Gerard, que volverá a encontrarse con su ex equipo, aseguraba sobre las intenciones de sus antiguos compañeros que «vendrán a muerte y será un partido más complicado de lo que la gente piensa», y opinaba sobre una hipotética victoria que «podría significar la permanencia virtual y lo dejaríamos bastante hecho, sin sufrimientos, aunque faltaría algún punto».