ESPAÑA

El PP intenta abrir vías de agua en el 'pacto de Zurbano'

El principal partido de la oposición someterá a votación del Congreso iniciativas de los nacionalistas vetadas por el Gobierno

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los socialistas se lo veían venir, pero no les queda más remedio que apretar los dientes y afrontar el envite. El Partido Popular ha puesto en marcha una estrategia encaminada a poner chinas en el camino del entendimiento entre el Gobierno y el resto de fuerzas parlamentarias para sellar un acuerdo contra la crisis. Tras someter a la votación del Congreso la subida del IVA -denostada a izquierda y derecha- el primer partido de la oposición anunció su intención de presentar ante la Cámara una proposición de ley para que se aplique la versión súperreducida de este impuesto, el 4%, a todos los servicios de asistencia por la dependencia.

Los populares juegan con las cartas marcadas. Saben que ésta es una de las demandas que los nacionalistas catalanes han intentado introducir en el llamado 'pacto de Zurbano' sin éxito. Después de mucho negociar, el 'tridente' formado por la vicepresidenta económica, Elena Salgado, el vicesecretario general del PSOE y titular de Fomento, José Blanco, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián, accedió a aplicar la rebaja exclusivamente a los servicios prestados por centros privados concertados.

El Gobierno sigue hablando estos días con los grupos, pero centra su objetivo en los dos socios que, a su juicio, podrían dar a sus propuestas mayor credibilidad, CiU y PNV. Fuentes gubernamentales insisten en mostrarse optimistas con la posibilidad de alcanzar un acuerdo, aunque admiten que los nacionalistas vascos no se muestran en exceso receptivos. De hecho, su portavoz, Josu Erkoreka, fue muy crítico con las medidas lanzadas por el Ejecutivo. Dijo que «llegan tarde» y que tienen un alcance «muy limitado» y adelantó en Onda Cero que no habrá foto del acuerdo.

Ante este panorama, el principal partido de la oposición ha decidido intentar rentabilizar las discrepancias entre el Gobierno y sus apoyos potenciales. Se trata de buscar, precisamente, la otra foto: la de la soledad de Zapatero. Hasta ahora ha fracasado en el intento. Ni el PNV ni Coalición Canaria se sumaron a vetar el aumento del IVA que entrará en vigor en julio porque ambos son responsables de su aprobación, incluida en el pacto de presupuestos.

La formación que lidera Mariano Rajoy tiene dos nuevas oportunidades para tensar la cuerda. El lunes presentó otra proposición no de ley para instar al Gobierno a prorrogar hasta 2011 las ayudas directas a la compra de automóvil, el llamado Plan 2000E. Ésta es también una demanda de los nacionalistas catalanes que secundan ERC y PNV.

El Ejecutivo da por supuesto que el dinero destinado a este fin se acabará a finales de mayo o principios de junio, lo que implica que el precio de los coches subirá por partida doble: una por la retirada del incentivo y otra por la entrada en vigor del IVA al 18%. Hasta ahora se ha resistido tanto a las presiones del sector como de los partidos.

En el grupo parlamentario socialista ya se barruntaban desde hacía días que, al hilo de las conversaciones de Zurbano, el PP trataría de poner a prueba la solidez de los lazos que la comisión negociadora fuera capaz de forjar. Lo entienden como una táctica «legítima» y admiten su preocupación, aunque confían en que ni CiU ni el Grupo Vasco estén dispuestos a hacerle el juego.